La libertad de elección como método educativo
El centro escolar San Francisco usa metodologías activas para formar alumnos competentes
16 abril, 2018 11:53Noticias relacionadas
La rapidez y facilidad con la que las personas son capaces de adaptarse a los cambios que se producen en la sociedad son básicas para encarar el futuro con ciertas garantías. Afrontar los cambios tecnológicos, sociales y laborales requieren una preparación adecuada.
Esa necesidad la detectaron en la escuela San Francisco, del distrito de Sant Martí. E inmediatamente, la dirección del centro se puso manos a la obra. Y se inicio un proyecto educativo que tiene como principal objetivo adaptar la escuela a la demanda social, preparar a los alumnos para ser competentes en materia sociales, digitales o lingüísticas. El éxito del proyecto les ha valido un amplio reconocimiento en la comunidad educativa.
El director del centro, Antonio José Benito, afirma que “la raíz del cambio estuvo en nuestro convencimiento de que el método de enseñanza tradicional no desarrolla todas las competencias tal y como nosotros queremos. Y de esa necesidad de cambio, de adaptar la escuela a la demanda social, nació este proyecto hace cinco años. Tenemos cierta autonomía, pero evidentemente seguimos el plan curricular marcado, y mientras los alumnos alcancen las competencias, podemos seguir trabajando en el proyecto”.
Una de las grandes novedades que presenta el proyecto educativo es la libertad de elección que tienen los alumnos a la hora de escoger proyectos y horarios. Libertad relativa, eso si, siempre limitada por las propias posibilidades organizativas de la escuela y las exigencias curriculares que marcan las autoridades educativas.
“Adaptamos muchas cosas en la ESO”, dice el jefe de estudios de la escuela, Rubén Hernández. “El horario lo hemos dividido en cuatro franjas. La primera hora es la lectora; luego viene la de las asignaturas clásicas, aunque no las trabajamos de manera habitual ya que lo hacemos con metodologías activas; también tenemos la franja de los proyectos, que llamamos conectat; y, finalmente, la de emocionat, en la que se trabajan las emociones”.
TRABAJO EN EQUIPO
El desarrollo de los proyectos fomenta la colaboración, la solidaridad y el trabajo en equipo, además de ayudarles a desarrollar un espíritu crítico y alentar su capacidad de toma de decisiones. Les enseña a aceptar las opiniones de los compañeros, a defender sus posturas y a asumir los errores.
Los proyectos en primaria se hacen con grupos interniveles / CR San Francisco
Los proyectos se desarrollan por trimestres. En cada uno de ellos, se lanza un reto a los alumnos. En los dos primeros, son elegidos por los profesores, que también escogen los componentes de cada grupo para cada proyecto. “Los agrupamos por inteligencias múltiples y hacen el proyecto según sus capacidades. En el tercer trimestre se cambia y son los alumnos los que eligen el proyecto y a los compañeros de equipo”, afirma Rubén Hernández. “Los niños tienen que llegar a unos mínimos, pero el que quiere llegar a más puede hacerlo, pueden llegar hasta donde quieran. Y pueden usar todas las herramientas que tienen a su alcance, desde las matemáticas hasta la realidad virtual. Aprenden a manejar los tiempos, a fijarse calendarios de trabajo, a trabajar de manera organizada. Y aprenden que el trabajo en equipo tiene una exigencias que hay que cumplir ya que si falla una parte puede salir todo mal”.
También en primaria se proponer proyectos. ”Los hacemos por la tarde y los alumnos deciden en qué actividad van a trabajar, aunque cada semana tiene que ir cambiando”, explica Antonio José Benito. “Aquí hacemos grupos interniveles, con alumnos de P3, P4 y P5. Eso ayuda a los mayores, de P5, a aumentar su autoestima ya que dominan la activdad, mientras que los de P3 y P4 aprenden por imitación. Esto es algo muy positivo y que se practica mucho en las escuelas rurales”.
BACHILLERATO DUAL
Otro de los proyectos en los que está inmerso el Centro Escolar San Francisco es el del bachillerato dual. Se trata de ofrecer a los alumnos, a partir de 3º de ESO, la posibilidad de obtener la titulación High School estadounidenses. Es decir, el correspondiente tìtulo de bachillerato estadounidense, reconocido en todos los estados del país y en todas las universidades del mundo.
“Hacen asignaturas comunes aquí y allí y otras específicas de Estados Unidos: cultura inglesa, habilidad lingüística, historia de Estados Unidos, cómo llevar una casa y una de libre elecciòn, que puede ser turismo, criminología o fotografía”, cuenta el director de la escuela. “Lo hacen como una actividad extraescolar, tienen un profesor de apoyo y hacen videoconferencias con profesores de Estados Unidos. Pueden hacerlo en 5 años como máximo y cuando acaban obtienen la titulación estadounidense. Pero para ello tiene que aprobar todas las asignaturas y tener una nota media mayor de seis. Pero hay que tener en cuenta que en el sistema estadounidense un alumno siempre puede intentar mejorar sus notas, aunque ya se haya examinado puede volver a hacerlo paea mejorar”.
Para que todos estos proyectos salgan adelante, desde la dirección el colegio se ha buscado la complicidad de los padres. “La participación de los padres es clave”, afirma Antonio José Benito. “Por eso les invitamos a participar y organizamos actividades conjuntas. La familia está ahí y puede hacer un acompañamiento y dar su opinión. Es la mejor manera de que formen parte del proyecto”.