Una tabla y cuatro pilas de cartas contra las fronteras invisibles. Mientras SOS Racisme Catalunya ha gestionado 249 casos de racismo en 2017, entre los cuales, 91 han sido denunciados, un grupo de jóvenes propone un juego para aminorar las desavenencias sociales que persisten. Según el último informe de SOS Racisme, casi la mitad de los casos (44%) son conflictos que se dan en la calle. Agresiones físicas, abuso forzoso de las autoridades, casos de discriminación entre particulares y en espacios privados, discurso de odio, discriminaciones en el acceso a los derechos sociales, discriminación laboral y casos producidos por miembros de extrema derecha; son los principales tipos de discriminación y de agresiones racistas que se denuncian.
Un grupo tres de jóvenes, integrantes del cau Truc 2 de l’Agrupament Escolta i Guia Rudyard Kipling inventaron un juego al acabar el año y hoy, ya se han desvinculado de la agrupación, se llaman ‘Fronteres Invisibles’ (igual que el juego) y siguen generando conciencia social con su juego con muchas ideas que emprender.
Ahora son siete jóvenes que han llevado el juego hasta Senegal, de donde han cogido ideas para introducir al juego. La perspectiva de quienes sufren gran parte de los ataques de odio, “nos ha servido para añadir la situación de los niños y de las mujeres que emigran”, explica Marta, una de las creadoras. El juego ‘Fronteres Invisibles’ consta de un tablero dividido por áreas sociales. Comienza con rumores para desmentir y acaba en un debate entre los jugadores. Refleja las experiencias con las que se encuentra una persona que recién llega a Europa para conseguir la tarjeta de residencia.
‘Fronteres Invisibles’ ya se ha paseado por escuelas, ferias, asociaciones y ateneos. El sábado 21 de abril estará disponible en l´Ateneu de l´Harmonia, en la calle de Sant Adrià, 20 a las 18:00 horas.
'Fronteres Invisibles', el juego contra la discriminación racial / F.I.
Por ahora, el juego se puede encargar online o en papel a través de su web y están tratando de encontrar la formula para crear una edición a pequeña escala, algo que se les ha vuelto complicado cuando han contactado con algunas editoriales, que editan grandes cantidades.