El Ayuntamiento de Barcelona ha ordenado la paralización inmediata de las obras se rehabilitación que se están llevando a cabo en el edificio Estel, más conocido por haber sido durante muchos años la sede de Telefónica en la avenida Roma.
Según los responsables del consistorio, una inspección ha detectado irregularidades en los trabajos que se están llevando a cabo para la construcción de 421 pisos de alto standing y 575 plazas de garaje, además de una galería comercial. Por ello, según ha publicado El Confidencial, el consistorio ha ordenado la paralización de las obras ya que se estaban haciendo trabajos no contemplados en la licencia que le fue concedida a la empresa propietaria del edificio.
Tras dejar de ser la sede de Telefónica en Barcelona, el edifico ha pasado por varios propietarios. Primero, por el fondo de inversiones Carlyle, hasta que lo abandonó tras quebrar; luego por el grupo inversor de Hong Kong Platinum Estates, que intentó convertirlo en un hotel, pero la moratoria hotelera impuesta por Colau echó por tierra el proyecto, iniciando entonces el de los pisos de alto standing; con el proyecto iniciado, Platinum vendió el edificio a Fiscalter Inversiones 2013, propiedad de los empresarios de origen indio Dinesh Gidwani y Jairam Mangharam Gidwani.
Al parecer, han sido los nuevos propietarios los que han introducido los cambios en el proyecto que no están permitidos según la licencia de obras concedida, por lo que ahora tienen quince días para corregirlos, aunque si no lo hacen la obra puede permanecer parada durante mucho más tiempo.