La Guàrdia Urbana del distrito de Horta-Guinardó ha iniciado una campaña para retirar de la calles las bicicletas que han sido abandonadas por sus propietarios y que permanecen en la vía pública causando molestias a los transeúntes.
Para llevar a cabo esta campaña, la Unidad Territorial del distrito ha pedido a los ciudadanos que les comuniquen la existencia de bicicletas con síntomas de haber sido abandonadas, bien porque llevan mucho tiempo en el mismo lugar bien porque presentan claros síntomas de abandono, como haber desaparecido alguna de sus partes (sillín, ruedas, pedales, cadena), bien por encontrarse en un estado de práctica inutilidad.
En algunos casos, puede tratarse de bicicletas robadas a sus legítimos propietarios, muy probablemente lejos del barrio, y que posteriormente han sido abandonadas en la vía pública, bien por haber sufrido algún desperfecto bien porque se ha dejado de utilizar.
Una vez se haya comunicado a la Guàrdia Urbana la existencia de una bicicleta abandonada, se iniciará un procedimiento que debe cumplir algunos requisitos, muy similares a los que se deben cumplir en el caso de que sea un vehículo a motor el que presente signos de abandono. Estos requisitos son que debe llevar por lo menos un mes estacionado en el mismo lugar, que no debe tener matrícula, aunque en el caso de las bicicletas este es inexistente, y que debe mostrar claros signos de abandono.
Una vez comunicada la existencia del vehículo abandonado, se inicia un procedimiento por el cual se colocan una pegatinas de aviso, una a los ocho días de la denuncia y otra a los 30 días, en el vehículo para advertir a su propietario qde que el vehículo será retirado en breve. De todas formas, la propia Guàrdia Urbana reconoce que en el caso de las bicicletas el procedimiento puede variar. El destino final de la bicicleta recogida por los servicios de limpieza será una planta de reciclaje.