Las 60 personas que llegarán el miércoles a Barcelona tendrán la condición de refugiados y dispondrán como los que llegaron a Valencia con el Aquarius de un permiso especial de estancia en España de 45 días. Estos inmigrantes fueron rescatados el sábado por la ONG Pro Activa Open Arms en aguas internacionales cerca de Libia. Ni Italia ni Malta quisieron acogerlos.
La embarcación de la ONG catalana que dirige Òscar Camps se dirige ahora a Barcelona, donde está previsto que lleguen el próximo miércoles. Tras recibir atención médida, la Policía Nacional identificará a los recién llegados, pero en ningún caso serán trasladados al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) dada su condición de refugiados.
Los migrantes recibirán asesoramiento jurídico por parte del Ayuntamiento por si quieren solicitar asilo político. Los técnicos municipales mantendrán entrevistas con cada uno de ellos para conocer el perfil de los inmigrantes, sus necesidades y los recursos y habilidades de que disponen, mientras que los menores no acompañados serán derivados a los servicios de la Generalitat.
DE PASO POR ESPAÑA
Algunos de los rescatados no tenien intención de quedarse en España. El Ayuntamiento de Barcelona les ayudará asimismo a contactar con familiares o conocidos en otros países europeos, aunque algunos de ellos ya han podido establecer comunicación con la familia desde el barco.
El teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, ha valorado positivamente la posibilidad de otorgar permisos especiales de 45 días a los migrantes que llegarán con el Open Arms para poder ayudarlos a superar la experiencia traumática a la que han sobrevivido.
Pisarello ha asegurado que no habrá que habilitar ningún nuevo equipamiento para poder llevar a cabo la primera acogida de estas personas por parte de los servicios sociales de Barcelona en colaboración con la Cruz Roja, como vienen haciendo con los migrantes llegados de Andalucía.