Lo último que podía pensarse de una ciudad como Barcelona es que no tan solo no ha eliminado la problemática del chabolismo, sino que incluso empieza a haber barraquismo de varios pisos, lo que se ha dado por llamar 'chabolismo vertical' . Este fenómeno consiste en acumular barracas una encima de otra, hasta alcanzar la cota más alta posible, como si fuera un rascacielos... de indignidad.

El barraquismo se da en Barcelona, nada menos que en el emergente 22@, un barrio que en sí ya no es normal -empezando porque no existe como auténtico barrio, sino que está en el de Poblenou. Con maderas, palets y lo que han pillado, un grupo de extranjeros –fundamentalmente checos- han erigido una casa con dos niveles.

La paradoja es que lo hacen justo al lado de escuelas de diseño y arquitectura, compañías tecnológicas y espacios de coworking con huerto ecológico incluido. Es el contraste entre lo más moderno y lo más miserable. En suma: la zona rebautizada como 22@, que tenía que convertirse en el epicentro tecnológico y financiero de la ciudad, es la actual capital chabolista de Barcelona.

DISTRITO DE SANT MARTÍ

El distrito barcelonés con más chabolismo es el de Sant Martí. Desde el poblado chabolista de la Meridiana se ven la Torre Agbar y el Auditori de Barcelona. El asentamiento de Meridiana con Zamora y Juan de Austria es uno de los más numerosos de Barcelona.

Chabolas en el distrito de Sant Martí / HUGO FERNÁNDEZ



Según las propias cifras del Ayuntamiento, este año ha subido un 20% el número de asentamientos de infraviviendas respecto al año pasado. La zona perimetrada iría más o menos así: desde la Gran Vía hasta Sant Adrià, y desde la Meridiana hasta el Poble Nou.

Hay asentamientos en las calles Álava, Tánger, Zamora y Pamplona… y así hasta 68, en 2017. Este año ha aumentado todavía más, según el propio Ayuntamiento. Será el número más alto de asentamientos irregulares de la década en Barcelona.

El pasado julio cayó el campamento de barracas de Barcelona, que se encontraba en un solar al lado del Teatre Nacional de Catalunya, en la plaza de Les Glòries. Dos excavadoras fueron derribando las barracas y depositando los escombros en un contenedor gigante. Pero no pasó mucho tiempo hasta que 'reaparecieron' no muy lejos de allí. Casi una setentena de barracas, aseguraban empleados del servicio municipal de limpieza que trabajaban en la zona.

¿ASENTAMIENTOS?

Hace años se hablaba de barracas y chabolas, ahora de asentamientos. Pero la realidad es la misma, son personas que viven al margen de la sociedad, con graves problemas de integración y con escasas posibilidades de escapar de ese mundo rodeado de miseria.

Otro ejemplo de barraquismo en Barcelona / HUGO FERNÁNDEZ



Los colectivos más habituales en este tipo de situación son los galaico-portugueses, los rumanos y los subsaharianos, cada uno de ellos con diferentes problemáticas y distintas maneras de afrontar su situación. Y aunque la administración los cifra en algo menos de 500 personas, las organizaciones sociales que trabajan con ellos no se atreven a dar una cantidad exacta.

Sólo afirman que el número de asentamientos ha crecido, aunque ahora son más pequeños que antes, ya que las grandes naves industriales en las que se alojaban se han ido al suelo y se han tenido que buscar la vida en asentamientos más pequeños, pero igual de lúgubres.

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