La Guàrdia Urbana ha decidido custodiar durante unos días las escuelas Joan Roca para evitar que se produzcan incidentes y que las clases que allí se celebran se vean afectadas. Las instalaciones han sido ocupadas por el ex gerente y fundador de los centros, Joan Roca, al que en su día una sentencia judicial retiró la propiedad.
El refuerzo en la seguridad se ha decidido en una reunión que han mantenido los responsables de los centros, que son los hijos del fundador, los representantes del AMPA y de los profesores, y las administraciones implicadas, Consorci d'Educació de Barcelona y Ayuntamiento.
GARANTIZAR EL FUTURO
En la misma reunión se ha acordado que los actuales gestores continuarán con sus labores al frente de las escuelas, a la espera de decidir qué acciones se llevan a cabo para garantizar el buen funcionamiento de los centros.
La prioridad de los responsables y de las administraciones es garantizar la escolarización de los alumnos y la continuidad del proyecto educativo, además de evitar en lo posible que los alumnos se vean afectados por lo que está ocurriendo alrededor de los centros educativos.
DECISIÓN JUDICIAL
La situación de los centros está pendiente de una decisión judicial, aunque por el momento el fundador del grupo, Joan Roca, ha sido apartado cautelarmente de la gestión por orden judicial por las denuncias de abuso de poder.
A la espera de una sentencia firme, el grupo está bajo la gestión de los hijos del fundador, lo que, según los profesionales que trabajan en las escuelas, ha servido para devolver la tranquilidad a los centros y acabar con una etapa convulsa.