UGT ha llevado a Glovo ante la Fiscalía de Barcelona tras, presuntamente, incumplir artículos del Código Penal y vulnerar normas de riesgos laborales, después de la muerte de un repartidor en la capital catalana. Gonzalo Pino, secretario de Política Sindical de UGT, ha sido quien ha interpuesto la denuncia, después de culpar a la empresa de intentar "lavarse las manos" en relación a este caso, un repartido subcontratado por un tercero justificando que no tenía ningún contrato con la empresa.
APLICACIÓN INFORMÁTICA
Pino ha asegurado que "la empresa oculta que, a través de su aplicación informática, conoce en todo momento desde qué teléfono se realiza la aceptación de la orden de reparto". Por este motivo, Glovo conocía que el móvil del fallecido era distinto del de la persona que en primera instancia debería haber llevado a cabo el reparto.
UGT asegura que Glovo "impone a los trabajadores a su servicio de condiciones laborales y de Seguridad Social que perjudican, suprimen o restringen los derechos que tienen reconocidos por las disposiciones legales" a través del "engaño o abuso de situación de necesidad".
MODELO DE EXPLOTACIÓN
Fuentes internas de Glovo explicaron a Metrópoli Abierta el modelo de explotación que lleva a cabo la compañía. "Glovo tiene registros internos que demuestran que hay quienes trabajan más de 18 horas al día o incluso 20 los fines de semana", aseguran.
De la misma manera, la compañía se lucra mediante empleados irregulares y personas sin papeles, entre las que se prestan las cuentas o las explotan dentro de una misma familia. Inspección de Trabajo considera, además, que la empresa se está nutriendo de "falsos autónomos" lo que, tal y como apuntan sindicatos como UGT, "precariza más" a los repartidores y les aleja de sus derechos laborales.