El Palau Moxó, que se vendió en junio de 2017, es un ejemplar de arquitectura barroca catalogado como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIL) de la ciudad desde el año 2000. Ya entonces generó polémica en el Ayuntamiento de Barcelona debido a la venta y el interés cultural que guarda.
Ahora ha transgredido que el patrimonio histórico del edificio podría desaparecer en breves ya que ha cambiado de propietario. El nuevo inquilino está haciendo obras para convertir el palacio en viviendas de lujo, un proyecto que podría cambiar tanto la fachada, como la distribución y los elementos del interior. El Palau Moxó conservaba desde el siglo XVIII la arquitectura, la decoración y los muebles originales intactos.
7 MILLONES DE EUROS
La familia Moxó fue históricamente propietaria del inmueble, ubicada en el número 4 de la Plaza Sant Just, en el barrio Gótico de Barcelona. Hace dos años decidieron ponerlo en venta y, de acuerdo con la ley, los vendedores lo ofrecieron primero al Ayuntamiento por más de siete millones de euros. El consistorio no estuvo dispuesto a pagar la cifra y, más tarde, el palacio fue vendido a un inversor mexicano.
Ya se anunció a través de internet que el futuro del edificio histórico serían pisos de lujo y, en el anuncio, ya apuntaban que el bloque podría no mantener todos los elementos arquitectónicos y decorativos originales. Durante los últimos años, el Palau Moxó se había usado como espacio polivalente para cenas y eventos de aristócratas en Barcelona.
CINCO DÚPLEX CON TERRAZA PRIVADA
El edificio podrá ofrecer hasta seis apartamentos de lujo y tres locales distribuidos en cuatro plantas. La planta noble, de casi 600 metros cuadrados y que que la residencia de los Moxó hasta hace bien poco, se conservará íntegra.
Las plantas tres y cuatro se destinarán a cinco dúplex, todos con terraza privada y unas dimensiones de entre 130 metros cuadrados y 250 metros cuadrados de superficie.