La proliferación de ladrones de relojes en la ciudad de Barcelona se está convirtiendo en una auténtica plaga. Día sí, día también, la policía detiene a algún ladrón que se dedica a esta tarea, que al parecer debe ser extraordinariamente lucrativa. Además, los especialistas en la materia son perspicaces a la hora de elegir a sus víctimas: suelen ser turistas que lucen en sus muñecas relojes de un alto precio a los que roban en muchas ocasiones usando métodos violentos.

Eso es lo que le ha ocurrido a un turista que paseaba por el Eixample. Dos individuos se la han acercado y mientras uno le ha distraído el otro le ha robado, con un tirón, el reloj que portaban en la muñeca, de la marca Audemars Piguet, y que está valorado en 30.000 euros.

AGENTES DE PAISANO

Sin embargo, dos agentes de la Guardia Urbana, vestidos de paisano, que patrullaban por la zona han visto toda la escena. Y en cuanto los ladrones se han dado a la fuga, los agentes han salido detrás de ellos y han logrado detener a los dos implicados en el robo.

Gracias a ello, han recuperado el reloj sustraído y se lo han devuelto a su legítimo dueño. Los autores del robo han sido detenidos.

MAFIAS EXTRANJERAS

Los especialistas en este tipo de robos suelen pertenecer a mafias perfectamente organizadas. Muchas de ellas se trasladan a Barcelona en la época de mayor afluencia de turistas conscientes de las posibilidades de actuar que se encuentran.

Estas mafias suelen estar formadas por grupos itinerantes que están compuestas por varios miembros que incluso puede ir intercambiando la ciudad en la que les toca trabajar. Es una manera de intentar despistar a la policía y dificultar las tareas de investigación.

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