Hace algo más de un mes, Metrópoli Abierta publicaba en exclusiva la información de que los casos de cáncer entre los trabajadores del centro de emergencias de Barcelona eran una veintena. Este medio citaba como fuentes a los sindicatos CCOO y a UGT. Sin embargo, las cifras son más elevadas. El sindicato de la Guardia Urbana SAPOL asegura que tiene confirmados 26 enfermos, entre agentes de los Mossos d'Esquadra y de la Guardia Urbana, bomberos del Ayuntamiento y personal del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) que ocupan la sala que recibe todos los avisos de emergencia de Barcelona, dice el secretario general del sindicato policial, Manel García.
El espacio, bautizado como Sala de Mando Conjunta-Centro de Gestión de Emergencias, se encuentra en la calle de Lleida, 28, muy cerca del Palau d'Esports, se puso en marcha a mediados de 2005. Los servicios están el subterráneo del edificio, que ha sido alquilado por el Ayuntamiento y la Generalitat a Fira de Barcelona, la propietaria. Se trata de "un zulo insalubre sin ventanas al exterior. La ventilación es forzosa, con muy poca humedad. La exposición a las ondas electromagnéticas es muy elevada. El ambiente es claustrofóbico", detalla el coordinador de CCOO en los bomberos de Barcelona, Pere Martínez. En el centro trabajan diariamente más de 80 personas.
NUEVE CASOS DE PRÓSTATA
SAPOL ha publicado en Twitter que los casos de cáncer son 25. Sin embargo, en conversación con este medio, García los aumenta a 26. Del total de personas que han enfermado estos años, al menos dos han fallecido, explica. Los empleados que han desarrollado la enfermedad son 12 guardias urbanos, nueve bomberos, cuatros mossos y un trabajador del SEM. Los tipos de cáncer varian, aunque predominan los de próstata (9). El resto son de pulmón (2), estómago (2), laringe (2), leucemia (2), mama (1), páncreas (1), esófago (1) y cardias (1). Los cánceres de los agentes de la policía autonómica y del personal del SEM no se han facilitado. Todos los casos, salvo dos, son hombres.
García muestra su preocupación ante la posibilidad de que próximamente se añada otra persona a la larga lista de trabajadores enfermos y sean 27. Se trataría de un agente de la Guardia Urbana que todavía está pendiente de pruebas médicas, pero los exámenes realizados hasta ahora no invitan al optimismo. "Presenta una mutación celular y se le ha duplicado el ADN", avanza García.
EL PALAU D'ESPORTS, DESCARTADO
Los sindicatos llevan años denunciando que el edificio está enfermo y reclamando un cambio de ubicación. Desde el Ayuntamiento de Barcelona siempre se ha mantenido el mismo punto de vista: los informes que se han hecho no han sido concluyentes y en ningún caso se ha podido demostrar la relación causa-efecto entre los casos de cáncer y el edificio. "Los estudios que se han hecho son parciales. No se han hecho a nivel global. Tampoco ha habido un seguimiento en el tiempo. Mientras no se establece una relación, la gente sigue enfermando", denunciaba en mayo el coordinador de CCOO de bomberos.
Hasta ahora los distintos gobiernos al frente del Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat no sido capaces de encontrar una nueva ubicación. García recuerda que se han llegado a estudiar cuatro emplazamientos distintos sin que ninguno se haya concretado. Entre los espacios propuestos figuran un solar en Diagonal con Glòries, el viejo edificio de los juzgados que se derribó en el paseo de Lluís Companys, un inmueble municipal junto a la hípica de Montjuïc y el Palau d'Esports.
La propuesta del Palau d'Esports se ha puesto sobre la mesa este mandato, pero no se ha materializado tras las críticas de algunos partidos políticos y entidades, más partidarios de que el pabellón vuelva a los usos deportivos. Por ejemplo, el PSC lleva en su programa electoral recuperar este espacio, que ahora está cerrado y pendiente de una reforma por daños, como equipamiento deportivo de ciudad y barrio. "Se trata de un edificio catalogado y no sirve para ubicar el centro de emergencias", resume el secretario general de SAPOL.