La colección de antenas de radiofonía que desde hace años están instaladas en la cima del Turó de la Rovira se ha convertido en un auténtico mal de cabeza para los vecinos de la zona. Se pueden contar hasta una docena de torres desde la que emiten unas 50 emisoras de radio., la mayoría de ellas clandestinas.
En apenas 300 metros, esta aglomeración de antenas emitiendo en ondas de radiofrecuencia supone un serio peligro para la salud de los residentes en la zona, además de que afecta seriamente al paisaje.
Por ello, los vecinos llevan tiempo peleando para que las antenas se retiren. Están hartos de las molestias que les causan, que van desde insomnio hasta dolores de cabeza. Amén de las interferencias que causan en los electrodomésticos que funcionan con radiofrecuencias, como los mandos a distancia de lo televisores.
SENTENCIA JUDICIAL
El asunto ya ha pasado por los tribunales, que ya han emitido una sentencia favorable a los intereses de los residentes en la zona. Aunque no fueron ellos los que iniciaron el camino judicial, la decisión de la justicia obliga a la retirada de todas las antenas de radiofonía que se encuentran en la zona, aunque los vecinos, visto lo visto, desconfían. Llevan mucho tiempo luchando para que las retiren y por el momento no han visto ningún movimiento en ese sentido.
Es más, hace apenas una semana pudieron comprobar como una de las torres situada en la zona renovó las antenas que tiene colocadas, unos trabajos que contrastan con los expedientes que tiene abiertos el Ayuntamiento para acelerar la retirada de las mismas.
Además, desde el consistorio, que es quién tiene la potestad para retirar las antenas, están dejando pasar el tiempo, según denuncian los vecinos. Les dicen que están a la espera de poder retirarlas todas de una sola vez, una explicación que ni entienden ni les parece adecuada, sobre todo teniendo en cuenta que hay una sentencia judicial que obliga a la retirada inmediata de las antenas.
GRAVES CONSECUENCIAS PARA LA SALUD
Lo peor de todo es que los niveles de radiofrecuencia que tienen que soportar los residentes de la zona superan en mucho los que aconsejan desde los organismos internacionales encargadosde velar por la salud de las personas.
El presidente de la Associació Catalana de Ràdio (ACR), Miquel Miralles, confirma que “los niveles de radiofrecuencias que reciben los vecinos están 100 veces por encima de lo que permite la ley”.
Miralles reconoce que, tras la sentencia judicial, el tema ya está exclusivamente “en manos del Ayuntamiento”. Por el momento, “se han abierto expedientes a las emisoras de radio que usan esas antenas” aunque los trámites legales puede retrasar un tiempo la retirada definitiva.
El presidente de la ACR asegura que la mayoría de la emisoras de radio que usan esas antenas son “clandestinas, nunca han tenido permiso para emitir”, por lo que deberían ser clausuradas de inmediato.