Los vecinos del barrio de Bon Pastor han mostrado su malestar por las obras de desamiantado que se están llevan a cabo en la vieja fábrica de productos químicos de Enric Sanchís. El descontento vecinal proviene sobre todo del hecho de que ningún responsable del distrito les ha comunicado que las obras se iban a llevar a cabo.
Algunos vecinos de la zona han dado la voz de alerta cuando han visto que operarios dotados de equipos de protección especial contra la anticontaminación estaban trabajando en los tejados de algunas de las naves de la vieja fábrica. Los operarios están retirando la techumbre de uralita, entre cuyos principales componentes se encuentra el amianto.
TRATO DIFERENTE
El malestar entre los residentes en la zona reside en el hecho de que nadie desde la sede del distrito, propietario de los terrenos, les ha comunicado qué tipo de medidas de protección deben adoptar ante una situación como la que se está dando en estos edificios.
Algunos de ellos han hecho referencia al modo tan diferente en cómo se ha tratado el asunto en el caso de la demolición del viejo cine Urgel. En este caso, el Ayuntamiento mantuvo reuniones con los vecinos para aconsejarles como actuar cuando se iniciasen las obras de desamiantado para minimizar los riesgos de posibles contaminaciones, de la misma forma que les puso al corriente de los sistemas de seguridad que iba a utilizar la empresa encargada de los trabajar para llevar a cabo una obra segura.
En el caso de Bon Pastor, ninguno de los responsables del distrito de Sant Andreu, propietario del recinto, les ha comunicado a los residentes en la zona ni el inicio de las obras de desamiantado ni las medidas de precaución que se deben poner en práctica para minimizar los riesgos.
El hecho de que los operarios estén llevando a cabo los trabajos con los trajes especiales de protección, incluidas las mascarillas de respiración, evidencia que existe un evidente riesgo de posible contaminación con fibras de amianto. No hay que olvidar que las fibras de amianto son extraordinariamnete ligeras y que pueden ser movidas por una simple y ligera ráfaga de aire a mucha distancia.
Los vecinos confían que los trabajos no se acaben con la retirada de las placas de uralita y que se aproveche la ocasión para retirar la tierra contaminada tanto en el interior de las naves como en sus aledaños., de manera que se evite que en el futuro el recinto contenga fibras de amianto.
FUTUROS EQUIPAMIENTOS
En el futuro, los terrenos de esta fábrica podrían ser destinados a la instalación de equipamientos para los vecinos, aunque por el momento todo está por decidir. De hecho, en la sede del distrito sean recogido las aportaciones de los vecinos para decidir qué tipo de instalaciones de llevan a cabo.
La intención del Ayuntamiento es rehabilitar la casa en la que vivió el industrial y su familia para destinarla a usos comunitarios, pero falta por decidir qué hacer en los terrenos adyacentes, precisamente esos que en la actualidad están ocupados por las naves industriales de las que se ha retirado la uralita.