El Ayuntamiento de Barcelona se ha gastado cerca de cinco millones de euros en el Ateneu Sagrada Familia. El consistorio de la capital catalana inició el gasto en 2017 con la adquisición del local comercial situado en la calle Nápoles 268-270 por valor de 2,4 millones de euros. El espacio había sido ocupado durante décadas por las oficinas de Vidal Aymerich, una firma del sector textil, dedicado concretamente a la corsetería.

Las obras de remodelación del espacio, con un presupuesto de licitación de 2,3 millones de euros y ejecutadas por la empresa municipal Bisma, arrancaron a principios del año pasado. Estaba previsto que el proceso de remodelación fuera de nueve meses, según anunció el entonces teniente de alcalde de Barcelona Gerardo Pisarello, pero a día de hoy sigue en construcción y todavía no hay fecha de apertura, según avanza Crónica Global.

RETRASO DE LAS OBRAS

El Ayuntamiento de Barcelona atribuye el retraso de las obras a las lluvias del pasado otoño, que causaron filtraciones de agua en el techo del local. Además, apuntan que estos “imprevistos” obligaron a "frenar la ejecución del proyecto" durante un tiempo.

Desde el consistorio explican que tienen previsto finalizar las obras en algún momento de la primera quincena de julio pero en la fachada hay un letrero retocado que anuncia la finalización de la construcción para junio de 2019.

PLATAFORMA VECINAL

En 2016 la plataforma vecinal Recuperem el Niza empezó una campaña de presión contra el equipo de Ada Colau para que comprara parte del espacio donde estuvo el cine, una sala de billar y otra de baile y lo destinara a un ateneo popular. Según los organizadores del movimiento vecinal, el barrio carecía de espacios sociales.

El Ayuntamiento no pudo adquirir el bloque de los antiguos cines para satisfacer las demandas de los vecinos del barrio pero, por contra, les compró un local en la calle Nápoles de 1.350 metros cuadrados de superficie con sótano.

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