La avería del crucero Norwegian Pearl ha dejado a 2.000 turistas colgados en Barcelona. Un problema en un motor del barco ha puesto fin al viaje de los cruceristas, que no han podido la ruta hasta el puerto de Civitavecchia (Roma). Los cruceristas empezaron sus vacaciones en el Norte de Europa, pero las han tenido que interrumpir de manera brusca en Barcelona.
La compañía ha ofrecido distintas alternativas a los pasajeros afectados, desde a quedarse en el crucero, regresar a sus países de origen en avión desde Barcelona o Roma e importantes descuentos para futuros cruceros, pero ni así se ha librado de las críticas de los turistas, que han llenado las redes sociales con mensajes de proteta. Las noticia ha sido avanzada por Betevé.
El percance ha obligado también a cancelar el crucero que otros 2.700 viajeros iniciaban Roma el 5 de julio y que se tenía que prolongar durante dos semanas. Este jueves el barco todavía no estará reparado.