La Guardia Urbana manda a agentes en prácticas al centro de emergencias de Barcelona, un edificio que se encuentra en la calle de Lleida, junto al Palau d'Esports, y que los sindicatos hace años que denuncian que se trata de un inmueble enfermo. En los últimos años se han producido, al menos, 26 casos de cáncer entre agentes de los Mossos d'Esquadra y de la Guardia Urbana, bomberos del Ayuntamiento y personal del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), que ocupan la sala que recibe todos los avisos de emergencia de Barcelona.

Este miércoles, el sindicato CSIF ha denunciado que 10 policías locales recién salidos de la Escuela de Policía de Mollet del Vallès tienen como primer destino el centro de emergencias en horario de tarde y noche. Para CSIF, la situación es "anómala" y considera que lo normal es que estos agentes en prácticas empezaran trabajando en la calle con otros guardias urbanos, para coger experiencia y sin ninguna responsabilidad.

ANTES, A UNA UNIDAD TERRITORIAL

“No es lo mismo estar como observadores que, tras una pequeña formación, se les de la responsabilidad de gestionar un canal, sin tener ninguna experiencia previa en vía pública como policías“. 

El sindicato ha hecho llegar un escrito al Ayuntamiento en el que pide que mande a estos agentes "a una unidad territorial, donde estén tutelados por funcionarios de carrera que les puedan aportar la experiencia profesional necesaria para asumir las decisiones y los riesgos inherentes a la profesión".

Hace unos días, CSIF se dirigió al conseller de Interior de la Generalitat, Miquel Buch, y a la alcaldesa Ada Colau, para trasladar de manera provisional las instalaciones del centro de emergencias a una comisaría de Mossos d'Esquadra de Sant Martí que quedará vacía finales de años a la espera de encontrar un emplazamiento definitivo al equipamiento. 

ZULO INSALUBRE

El centro de emergencias de Barcelona, en el que a diario trabajan unas 80 personas es un zulo insalubre y sin ventanas al exterior. La ventilación es forzosa, con muy poca humedad. La exposición a las ondas electromagnéticas es muy elevada. "El ambiente es claustrofóbico", dijo a principios de mayo el coordinador de bomberos de CCOO en Barcelona, Pere Martínez.

Para el delegado de Prevención de UGT en la Guardia Urbana, Benito Grande, los casos de cáncer no responden a una sola causa. "Es la exposición a un compendio de cosas a medio o largo plazo". Y cita como otro posible factor de las enfermedades la radiación que generan las antenas y repetidores que se ponen en marcha con las ferias y congresos que se celebran en la avenida de Maria Cristina. 

EL GAS RADÓN

El secretario de Organización de CSIF, Eugenio Zambrano, relaciona los altos índices de cánceres que sufren los trabajadores del centro de emergencias de Barcelona con una posible exposición al gas radón, un gas radiactivo de origen natural que se concentra en el interior de las viviendas, lugares de trabajo y escuelas y es la segunda causa del cáncer de pulmón tras el tabaco.

CSIF elevó una denuncia a la Inspección de Trabajo para se llevaran a cabo mediciones para comprobar el nivel de exposición de los trabajadores al gas radón. Pero la inexistencia de una normativa que obligue a las empresas a llevar a cabo los controles, y pese a las peticiones de CSIF, las mediciones no se hicieron.

Desde el Ayuntamiento de Barcelona siempre se ha mantenido el mismo punto de vista: los informes que se han hecho no han sido concluyentes y en ningún caso se ha podido demostrar la relación causa-efecto entre los casos de cáncer y el edificio.

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