Barcelona, París y Roma son las tres ciudades europeas con más motos. Las 287.321 motocicletas matriculadas en la capital catalana representan el 30% del parque móvil de la ciudad y los motoristas se sienten maltratados por Ada Colau, obsesionada con reducir los altos índices de contaminación de la capital catalana.

La movilidad, motos incluidas, es otra asignatura pendiente de la alcaldesa. Su gestión entre 2015 y 2019 fue deficiente y polémica, con muchas quejas por la instauración de algunos carriles bici infrautilizados y las huelgas del metro. El malestar de muchos ciudadanos es compartido por los motoristas, que reclaman una mejor convivencia con otros vehículos motorizados y las bicicletas. Una petición que ha cursado en muchas ocasiones Alberto Fernández Díaz, ex presidente del grupo municipal del PP.

REUNIÓN CON TÉCNICOS DEL AYUNTAMIENTO

El pasado miércoles 24 de junio, la Agrupación Motera Catalana (AMC) y la Unión Internacional para la Defensa de los Motoristas (IMU) se reunieron con técnicos del Ayuntamiento para expresarles sus preocupaciones y ofrecer soluciones a los actuales problemas de movilidad de Barcelona.

Juan Carlos Toribio, presidente y director del departamento de seguridad vial de la UMI pide una mayor colaboración al gobierno municipal, aunque los precedentes de los últimos años no son muy favorables.

"Las motos están siendo sustituidas por modelos de transporte totalmente ilegales como los patinetes eléctricos. Y tampoco es legal el uso de las bicicletas por encima de las aceras. No puede haber una ordenanza municipal en contra de un Real Decreto”, denuncia Toribio a Metrópoli Abierta, molesto también “con el alquiler de motos que promociona el Ayuntamiento”. “Es obligatorio que los cascos estén ajustados y abrochados, pero cuando he preguntado a Acciona si tienen cascos de todas las medidas, nunca me han respondido”.

LAS QUEJAS

Toribio, muy reivindicativo, remarca: “Barcelona se mueve gracias a las motos. Sin ellas, estaría muerta, pero el Ayuntamiento entiende que una motocicleta con motor de combustión perjudica el medio ambiente y no dice nada de los cruceros. La congestión estática de cuatro motos es igual que la de un coche y la congestión dinámica de dos motos equivale a la de un coche”. Y añade: “En 2017, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un paquete de medidas técnicas de seguridad vial y recomendaba la creación de carriles para bicis y motocicletas. Otra posibilidad pasa por utilizar el carril destinado a los autobuses”.

Juan Carlos Toribio, representante de los motoristas, en Metrópoli Abierta



El dirigente de la IMU pide un “análisis profundo” de la movilidad de Barcelona. Denuncia que “los carriles de Barcelona son muy estrechos y nada funcionales, un problema que se agrava con los giros de los autobuses”. También se queja de los “ciclos semafóricos” y recomienda que el tránsito del ámbar al rojo sea superior a los dos o tres segundos actuales.

“Otro problema importante es que muchas calles son altamente deslizantes y peligrosas para las motos, las bicicletas y los patinetes. En plena calzada hay alcantarillas metálicas pero el Ayuntamiento no pone remedio al asunto, argumentando que “los recubrimientos son muy caros”.

AUTOCRÍTICAS Y CIFRAS

En su valoración de los problemas de movilidad de Barcelona, Toribio distingue entre los motoristas vocacionales y los urbanos, “que cogen la moto para ganar tiempo y como herramienta de trabajo”. “En muchos casos nos encontramos con problemas de presión en los neumáticos, en las suspensiones y en cascos no ajustados”. “La ley se tiene que aplicar a los motoristas que circulan por encima de las aceras o hacen maniobras de filtrado durante la circulación, pero son mucho más habituales los incumplimientos de las normas por parte de los ciclistas y los usuarios de los patinetes eléctricos, que pasan de los semáforos en rojo y de algunas direcciones prohibidas”.

Primer plano del casco de Toribio, presidente de la Unión Internacional para la Defensa de Motoristas



Los  motoristas se sienten maltratados. Y recuerdan que ellos, los peatones y los ciclistas “son los colectivos más vulnerables” en España, donde se han registrado 41 motoristas muertos entre el 1 y el 23 de julio de 2019. En Barcelona, mientras, se registraron 6.000 siniestros de motocicletas en 2018, un 6,3% más que en 2015.

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