Jornada caótica en el Aeropuerto de El Prat de Barcelona. Las personas que tenían que coger un vuelo este sábado se han encontrado con un escenario todavía peor del esperado. Si la huelga convocada por el personal de tierra de Iberia auguraba un día problemático para subirse a un avión, la cosa ha empeorado al coincidir con una fuerte tromba de agua que ha causado estragos en toda la ciudad de Barcelona.
El Aeropuerto no se ha librado de ello: las fuertes lluvias han obligado a cerrar temporalmente las pistas de aterrizaje y despegue, con las nefastas consecuencias que ello conlleva. Los retrasos generalizados y las cancelaciones han sido la tónica habitual de la jornada sufrida hoy por los pasajeros de El Prat.
EL AEROPUERTO, PARALIZADO
Los mayores problemas se han registrado este mediodía, cuando una tormenta acompañada de rayos y rachas de viento, que ha dejado más de 40 litros por metro cuadrados en media hora en Barcelona, ha paralizado completamente la actividad del aeropuerto entre las 12.53 y las 13.30 horas.
El caos se ha apoderado del Aeropuerto durante los cerca de 40 minutos que las pistas han permanecido inoperativas. Numerosos aviones han tenido que sobrevolar el espacio aéreo esperando poder aterrizar y cinco han tenido que ser desviados a otros aeropuertos. Entre ellos un Easyjet procedente de Basilea (Suiza), que se ha redirigido a Girona, y un Ryanair que venía de Hamburgo (Alemania) y que ha tomado tierra en Reus (Tarragona).
Los aviones han podido volver a aterrizar en Barcelona a las 13:30, mientras que a las 13.48 horas se han reanudado las operaciones de despegue, aunque de forma escalonada, según ha informado Aena.
CAUSAS DE LA HUELGA
La jornada de este sábado, un día de gran afluencia de pasajeros, en plena temporada de verano y con más de un millar de vuelos programados, ya se preveía compleja por la huelga de los trabajadores de handling de Iberia. El paro secundado hoy seguirá mañana para reclamar mejoras laborales y una mayor estabilidad para la plantilla. El personal de tierra de Iberia, que presta servicio a una veintena de compañías, denuncia el "abuso de horas extraordinarias" que les obligan a realizar, por lo que piden una reorganización de turnos y horarios para trabajar en "condiciones dignas".
La huelga, con un seguimiento del 80 %, según UGT, y del 15 % según Iberia, ha obligado a cancelar este sábado un total de 62 vuelos, mientras que mañana afectará a otros 73.
En las primeras horas de la huelga la situación en El Prat ha sido de normalidad, ya que los servicios mínimos se han cumplido y la mayoría de viajeros afectados por las cancelaciones habían sido informados previamente, por lo que muchos han podido buscar alternativas de transporte.
LOS PASAJEROS, CABREADOS
No obstante, aunque se han evitado largas colas en la oficina de atención al cliente, en El Prat se han visto también algunos pasajeros "fastidiados" que han ido a reclamar porque no han recibido el aviso de la cancelación de su vuelo.
Las compañías han intentado recolocar a los viajeros en otros vuelos para hoy, aunque en algunos casos no ha sido posible. Eso es lo que le ha sucedido a Claudia, una pasajera argentina que junto a su familia viajaba a París y a la que, tras sufrir dos cancelaciones del mismo trayecto, le han ofrecido una recolocación para el martes 30 de julio.
"Esto es un abuso, tengo todos los hoteles y las entradas a los parques turísticos pagados, ¿quién me va a devolver mi dinero?”, ha lamentado en declaraciones a la agencia EFE.
CRÍTICAS A IBERIA
En relación a la huelga, el conseller de Territorio y Sostenibilidad, Damià Calvet, ha pedido hoy a Iberia que a partir del lunes retome las negociaciones con los trabajadores de tierra "y ponga soluciones sobre la mesa" para evitar nuevos paros que afecten este verano al Aeropuerto de Barcelona-El Prat.
El conseller ha asegurado que entre la plantilla de Barcelona y Madrid existe una "desproporción brutal y alarmante", ya que en Barcelona, con un millar de operaciones diarias, Iberia dispone de 2.000 trabajadores y un "altísimo" índice de temporalidad, mientras que Madrid-Barajas tiene 1.300 operaciones y 7.000 empleados "con mucha menos temporalidad".
En este sentido, el conseller se ha mostrado "muy preocupado" y ha criticado que Iberia acudiera a la reunión de mediación de ayer, que acabó sin acuerdo, "un poco con las manos en los bolsillos".
LA COMPAÑÍA SE DEFIENDE
La compañía, por su parte, sostiene que esta negociación no corresponde al comité de Barcelona, sino que es un problema que atañe al convenio estatal.
El Ministerio de Fomento decretó el pasado jueves servicios mínimos del 100 % de los vuelos domésticos con territorios no peninsulares, el 54 % de los internacionales y el 32 % de los peninsulares cuya alternativa de transporte sea inferior a cinco horas.