Barcelona todavía tiene ocho estaciones de metro que no están adaptadas a personas con movilidad reducida. Algunas tan céntricas como las de Plaza de España y Urquinaona, y otras muy concurridas como las de Plaza de Sants, Clot y Verdaguer. Janet Sanz, teniente de alcalde de Urbanismo, Rosa Alarcón, regidora de Movilidad, y Damià Calvet, conceller de Territori, han prometido este viernes que todas las estaciones serán accesibles en 2021, durante la inauguración del nuevo ascensor y del vestíbulo de Jaume I.
“El porcentaje de estaciones adaptadas de Barcelona es uno de los más altos de Europa, pero queremos llegar al 100%”, ha manifestado Calvet. Sanz, por su parte, ha recalcado que Barcelona debe ser un referente de la movilidad en los próximos años.
CUENTAS PENDIENTES
Barcelona todavía tiene algunas cuentas pendientes. El próximo ascensor que se inaugurará es el de Vallcarca. A corto-medio plazo también se mejorarán los accesos en los intercambiadores de España y Maragall, estaciones con muchas estaciones y muy problemáticas para las personas con movilidad reducida.
A medio-largo plazo se abordarán las mejoras en Urquinaona, Plaza de Sants, Clot, Vila Olímpica y Verdaguer. Calvet espera que, como mínimo, todos los proyectos estén licitados en 2021.
LUCHA CONTRA LA CONTAMINACIÓN
Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), asimismo, ha iniciado la licitación para la compra de 29 autobuses eléctricos por un valor total de 24 millones de euros.
La mejora del transporte público es necesaria para combatir los efectos nocivos de la contaminación en Barcelona. Tras la proliferación de carriles bici por toda la ciudad, los ciudadanos exigen mejoras en las líneas de autobús y, sobre todo, en el metro. El discurso de Barcelona en Comú, curiosamente, contrasta con el día a día de Colau, que ha cambiado el metro por el coche oficial.