Malestar en TMB. Entre los trabajadores de la empresa pública. La CGT, a través de un comunicado, celebra la sustitución de Mercedes Vidal por Rosa Alarcón, pero lamenta la continuidad de Enric Cañas, consejero delegado, a quien responsabilizan del “deterioro de las relaciones laborales en TMB”.
La CGT culpa a Vidal, Cañas y Pau Noy, adjunto al consejero delegado que también sigue en el cargo, de ser los responsables del “empeoramiento del servicio” de la empresa municipal “en los últimos cuatro años”.
CONTRATACIÓN PRECARIA
El sindicato denuncia que Vidal “firmó el último convenio de autobuses pese a que los trabajadores, en dos ocasiones y en referéndum, se manifestaron en contra del mismo”. En su comunicado, la CGT también critica que “la contratación precaria de conductores ha aumentado a un 12% en los autobuses” y censura que no se ha renovado “la flota que, año tras año, ha ido envejeciendo, disparándose el número de averías”.
La CGT celebra el nombramiento de Alarcón como nueva presidenta de TMB, a quien pide que escuche “a los vecinos y vecinas de Barcelona y a los trabajadores y trabajadoras de TMB”.
El sindicato anarcosindicalista espera que Alarcón despida a Cañas y Noy por considerar que “no pueden seguir ocupando los cargos que ocupan”.
EL NEFASTO PRECEDENTE DE CAÑAS
El Ayuntamiento de Barcelona nombró consejero delegado a Cañas en agosto de 2015 de forma muy discreta después de un sonoro fracaso en la gestión de una entidad aragonesa similar y mucho más pequeña. Su gestión ha sido muy convulsa y ha coincidido con un periodo de huelgas de los trabajadores por cuestiones meramente laborales y por su falta de liderazgo en la crisis del amianto.
En abril de 2018, el sindicto CGT de bus de TMB ya inició la recogida de firmas para exigir la destitución de Vidal, Cañas y Noy. Esgrimían que su apoyo al tranvía privado por la Diagonal iba en contra de los estatutos de TMB, que había frenado proyectos importantes de la empresa pública, como la supresión del bus D-30 de la red ortogonal y del tramvia Blau.