El juez José de la Mata, titular del juzgado central de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional dictó un auto de procedimiento abreviado el pasado 25 de julio en el que acusa de organización criminal, falsedad continuada en documento mercantil, estafa, blanqueo de capitales, insolvencia punible y defraudación fiscal a la cúpula del banco Bandenia, una extraña entidad financiera con sede en Moheli, una pequeña isla de África, pero operativa desde Madrid durante más de media década.

Los principales investigados del caso son José Miguel Artiles Ceballos, Mariano Boria Zaragoza, Francisco Javier Gracia Alonso, Roque Rafael Dakins Jiménez, José Antonio Álvarez Perdigón, Alfredo Omar Guerisoli Fernández y Elvira Lozano Fernández. En esa causa se investigaba también a algunos de sus clientes, que finalmente han sido exonerados provisionalmente de cualquier acusación. Entre ellos, se encuentran Mónica Masiá, Elena Fernández Calvillo, Cándido Conde-Pumpido (hijo del que fuera fiscal general del Estado), Salvatore Di Stefano y Jilong Liang.

Este último es un empresario chino afincado en Barcelona que declaró ante De la Mata el pasado 15 de julio. En realidad, el 31 de mayo de 2017 había presentado una denuncia ante los Mossos d’Esquadra acusando de estafa a la cúpula de Bandenia porque no le reintegraban 120.000 euros que había depositado en sus cuentas.

CLIENTES PERJUDICADOS

En el reciente auto de José de la Mata, se señala que “se han encontrado una serie de indicios que apuntan a la presunta comisión de ilícitos defraudatorios por parte de los investigados que afectarían a las siguientes personas: Michael Wayne Le Blanc, que habría sido perjudicado con un total de 300.000 dólares; Natalia Lopera, que habría sido perjudicada con un total de 41.500 euros; Jorge Antonio González, que habría sido perjudicado con un total de 54.820,20 euros; Priest Crayton, que habría sido perjudicado con un total de 181.825 euros; Eric Maurice Mastantuono, que habría sido perjudicado con un total de 150.000 dólares; Jilong Jiang, que habría sido perjudicado con un total de 120.542 euros; y Paz de la Cruz, que habría sido perjudicada con un total de 66.300 euros”.

¿Qué tenían en común todos los afectados? Pues que en su mayoría eran extranjeros “con interés de transmitir a terceros países fondos que fueron entregados en efectivo a Bandenia en España, pudiéndose relacionar alguno de los casos con operativas sospechosas relacionadas con el lavado de activos, de modo que se combinan prácticas colaborativas en actividades de blanqueo con actividades defraudatorias a las mismas personas”.

EL DINERO DESAPARECIDO

El empresario chino barcelonés llegó a Bandenia (que prometía más celeridad en las transferencias internacionales que la banca tradicional) en septiembre del 2015. Abrió una cuenta a nombre de su compañía Connecting Area, en la que ingresó 25.000 euros. En diciembre siguiente, tras haber ordenado diversas operaciones mercantiles, pidió al banco que le transfiriese los 120.542 euros de la cuenta a una cuenta de la empresa Great Family Debe Limited, abierta en el HSBC de Hong Kong.

Pero, dice el auto, a pesar de los “múltiples requerimientos”, la transferencia nunca se hizo. De esa empresa, Jilong ya había enviado casi 100.000 euros a su cuenta en España. Bandenia, sin embargo, los hizo pasar por una cuenta propia que tenía en la entidad Vaba Bank, de Croacia para, desde allí, viajar a Barcelona. Ese mecanismo, según el juez, es imputable al banco, ya que el dinero provenía de la empresa Great Family Debe para Connecting Area. Lo que se desprende de las diligencias ordenadas por el juez es que “de nuevo en este caso, se produce la entrada de dinero de uno de sus clientes y una serie de traspasos que acontecen de forma sucesiva entre las cuentas tituladas por sociedades del grupo Bandenia hasta su postrera transferencia hacia la cuenta de su cliente”. La novedad en este caso es que durante el mes de octubre de 2015 se realizaron movimientos de dinero desde la cuenta del empresario chino hacia otras cuentas de Bandenia y luego se reintegró parte del dinero pero ahí se acabó todo.

Respecto a la relación del empresario chino con Bandenia, señala el auto que “la actividad defraudatoria alcanza un importe de 120.542 euros, desarrollada en la forma indicada correspondiente a Jiang y Conneting Area SLU de esta resolución. Ello sin perjuicio de la posible concertación inicial entre Bandenia (Artiles Ceballes y Gracia Alonso) y Jilong Jiang para movilizar fondos hasta esta persona ocultando su origen”. De esa manera, el empresario queda exonerado del sumario, donde hace un mes el juez le había declarado investigado tras una petición de la Fiscalía en ese sentido. De lo que no hay duda es de que Jilong se quedó sin los fondos que había entregado a Bandenia. “Todos los fondos que manejaba eran completamente legales. Por eso, en cuanto vio que le era imposible recuperar el dinero presentó una denuncia ante la Policía. Si los fondos fuesen delictivos, evidentemente, no hubiese presentado esa denuncia”, explican a Metrópoli Abierta fuentes cercanas al empresario chino.

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