Resguardar los alimentos bajo tierra era una de las técnicas que se utilizaban años atrás para mantener la frescura de estos. Hoy en día, con la aparición de los electrodomésticos se ha perdido la costumbre, pero los lateros, o vendedores ambulantes, han recuperado este método en las playas de Barcelona.
LOS LATEROS SE LO GUISAN, Y SE LO DAN DE COMER A LOS TURISTAS
Es ya un habitual ver a los vendedores ambulantes ofrecer a locales y turistas, al grito de "Cocacola, cerveza, beer", todo tipo de bebidas refrescantes y alcohólicas. Además, también aprovechan sus idas y venidas para vender sustancias estupefacientes. Decenas de ellos, la mayoría de nacionalidad paquistaní, se pasean con total impunidad con bandejas llenas de vasos con zumo de lima, hojas de menta, rodajas de lima, hielo y una botella de ron para llenar el vaso al gusto del turista. En una ocasión Metrópoli Abierta pudo comprobar como estos vendedores preparan las bebidas en contenedores próximos a la playa, concretamente en uno de la calle del Comte de Santa Clara, escondidos entre los coches.
Pero ahora, con el calor, la sed aprieta y el gran reclamo son las bebidas muy frías. Por eso los lateros entierran sus mochilas en la arena de la playa para que su contenido se mantenga frío durante horas. En el vídeo, al que ha tenido acceso este medio, se puede ver como uno de los vendedores ambulantes desentierra su 'cofre del tesoro' de la arena de la playa de la Mar Bella para vender una lata a un turista.
Las latas no son el único propósito por el que escarban la arena. Los vendedores ambulantes esconden piedras de hachís en puntos estratégicos de la playa de la Barceloneta. De esta manera se curan en salud por si la policía hace una redada y los pilla in fraganti.
SALUD NO LO RECOMIENDA
Desde la Agencia de Salud Pública de Barcelona se aconseja no consumir productos procedentes de la venta ilegal porque no han sido sometidos a los controles pertinentes. Las mismas fuentes aseguran que no se ha producido ninguna intoxicación relacionada con las bebidas, pero la agencia no concreta si estos datos incluyen también los años anteriores.