La Sagrada Família mejora año a año sus niveles de facturación. El templo, también conocido como la Catedral de los pobres, batirá este 2019 un nuevo récord de ingresos, si se cumplen sus previsiones. En concreto, la Junta Constructora de la Sagrada Família calcula que cerrará el año con unos ingresos de 103 millones de euros, lo que representará un incremento del 28% respecto al ejercicio anterior.
En 2018 la basílica facturó 80 millones de euros, de los que destinó 50 millones a la obra del templo. Con el presupuesto de este 2019 han incrementado la partida dedicada a la continuación de la construcción hasta los 55 millones.
FALTA DE TRANSPARENCIA
¿Y a qué se destina el resto del dinero, que representa casi la mitad del presupuesto? Se desconoce. Preguntados por la cuestión en la rueda de prensa previa a la Mercè, los gestores del templo se limitaron a indicar que cuentan con una partida de reserva por si se produjera un descenso de las visitas –la principal fuente de ingresos del templo--. Tampoco consta en la página web de la Sagrada Família.
Asimismo, fuentes de la Sagrada Família han declinado ofrecer los datos sobre la evolución de los ingresos del templo a Metrópoli Abierta en tiempo y forma, salvo los conocidos de 2018 y 2019. En años anteriores, hicieron pública la cifra sobre la partida dedicada a las obras, que se ha incrementado sustancialmente año tras año. Así, por ejemplo, en 2017 dedicaron 40 millones a la construcción de la iglesia, casi el doble que el año anterior, cuando se destinaron 25 millones al mismo cometido. A principios de los 2000, la cifra era de poco más de 10 millones, según, siempre, los gestores del templo.
Desde la creación de la Junta Constructora de la Sagrada Familia, fundada en 1895 como fundación eclesiástica, este ente ha sido el encargado de promover la construcción de la basílica. Entre sus principales funciones destaca administrar los presupuestos, de los que apenas ofrecen datos públicos. Cabe destacar que casi la totalidad de los ingresos de la Sagrada Família computan como donativos, donde también se incluyen las entradas a la obra maestra de Antoni Gaudí.
CUESTIONADOS POR LOS VECINOS
La opacidad con la que opera la Junta Constructora ha sido cuestionada en reiteradas ocasiones por las plataformas que tratan de ejercer algún tipo de fiscalización sobre la basílica. Uno de ellos es el presidente de la Asociación de afectados por las obras de la Sagrada Familia, Salvador Barroso. En conversación con este medio, Barroso asegura que la Junta Constructora “es más opaca que la casa real española”. También pone en duda la veracidad de los datos que aporta sobre los ingresos del templo, “ya que no tienen la obligación de hacer ningún tipo de registro”.
Además, también pone en tela de juicio el acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento y la Sagrada Família para obtener la licencia de obras. Dicho acuerdo estableció que la Sagrada Familia aportará 36 millones los próximos 10 años en aspectos vinculados a la urbanización, la movilidad, el transporte público y el mantenimiento del espacio público del entorno. Para Barroso, el papel del Ayuntamiento durante la negociación fue “bastante nefasta”, dado que el templo “no paga ni el 10% de lo que gana”.
En un sentido similar se expresó Juan Itxaso, responsable de los temas de urbanismo y medio ambiente de la asociación de vecinos de Sagrada Família, que contrapuso la cifra que aportaría el templo durante la siguiente década, 36 millones, con los ingresos que obtendría, unos 1.000 millones de euros.