La sensación de inseguridad se dispara en Barcelona. Sufre el mayor índice de delitos de los últimos 35 años, una cifra que penaliza la gestión de Ada Colau como alcaldesa de la capital catalana.
La encuesta de victimización, que indica los hechos delictivos sucedidos a los entrevistados y su percepción de seguridad, asegura que los delitos han castigado o preocupan a un 31,8% de los barceloneses. Este porcentaje no se había registrado nunca y supone un incremento de 6,2 puntos porcentuales respecto a 2017. Los datos ofrecidos comenzaron en 1983.
SUPERIOR A LOS ÍNDICES DE LOS '80
El índice de victimización global, que calcula la cifra de personas entrevistadas víctimas de uno o más hechos que han considerado delictivos a lo largo del año anterior a la realización, muestra un valor superior a los registrados en los años '80.
Mientras que el valor más alto registrado hasta ahora tuvo lugar en 1986, con un 26,2%, en 2018 se ve ampliamente superado, alcanzando el 31,8%. Los valores en función del sexo han quedado establecidos en un 32,7% en cuanto a las mujeres y un 30,8% por lo que respecta a los hombres, unos porcentajes que alcanzan el 25,3% y el 17,3% respectivamente en hechos delictivos consumados.
SEGURIDAD PERSONAL
Los valores más elevados se encuentran en el ámbito de la seguridad personal, donde el porcentaje alcanza el valor de 23,8%, seguido del riesgo de vehículos (9,3%), domicilio (4,6%), tienda o negocio (1,2%) y segunda residencia (0,9%).
Entre los hechos contra la seguridad personal se encuentra, en los primeros lugares, el robo de bolsa o cartera (9,9%), intento de robo o cartera (9,3%), intento de robo del teléfono móvil (4,7%), intimidación, coacción o amenaza (4,3%) y el robo de teléfono móvil (4%). En el extremo contrario, está el intento de robo de dispositivos electrónicos (0,4%) y la agresión física (0,7%).
Los lugares donde suceden mayoritariamente estos hechos son las calles transitadas (23,8%), estaciones de transporte público (20,1%), vías con poca gente (14,8%), durante trayectos de metro, tranvía, tren o autobús (12,2%), bares o restaurantes (4,2%), plazas (3,8%), parques públicos o descampados (3,3%), centros comerciales, establecimientos y viviendas (2,7%), y playas (2,3%).
DOMICILIOS Y NEGOCIOS
Tanto los intentos como los robos consumados en domicilios también han ido al alza. Mientras que los robos fallidos han pasado del 1,8% en 2017 al 2,8% en 2018, los que se han llevado a cabo de manera satisfactoria han ascendido del 1,7% al 1,9%.
Los actos delictivos contra negocios también han experimentado un ligero incremento. Los robos han pasado del 0,4% al 0,7%, mientras que los intentos han pasado del 0,3% al 0,6%.
DISTRITOS
El distrito más castigado por los hechos delictivos es Ciutat Vella, que cuenta con una ratio de localización del 191,9%. Le siguen, de lejos, el Eixample y Sant Martí, con un 85,3% y un 65,6% respectivamente. El registro más bajo se encuentra en Horta-Guinardó, con un 15,2%.
PERCEPCIÓN
La percepción de la seguridad en la capital catalana, en este caso durante la primera mitad de 2019, ha sido del 5,2%, un valor que indica que los barceloneses perciben su ciudad como más insegura que en 2018, que registró un valor del 6,3%. En los barrios, este porcentaje también ha descendido de un año a otro. El 6,5% de media del pasado año ha disminuido hasta el 5,9%.
Los motivos más destacados por los vecinos para justificar esta afirmación, son un incremento de delincuencia en el barrio (39,2%); prostitución, consumo de drogas, alcohol y peleas de madrugada (11,2%); una menor presencia de los cuerpos de seguridad (9,8%), el incremento de robos en domicilios (9,3%), y los inmigrantes (5,6%).