La "no violencia" ha sido uno de los pilares argumentales del independentismo. Y, si bien es cierto que lo han respetado en diversas movilizaciones desde el inicio del denominado procés, esta dinámica se ha ido diluyendo mediante situaciones puntuales de violencia sucedidas desde la celebración del referéndum ilegal en adelante.
La manifestación de este lunes en el Aeropuerto tiró absolutamente por tierra este argumento, ya que no fue poca la violencia resultante de esta movilización a lo largo de la jornada.
DESTROZOS MATERIALES
Los destrozos materiales que realizaron los independentistas fueron innumerables. Ventanas, carros de equipaje, sillas, extintores, separadores del aparcamiento, máquinas expendedoras, señales, balizas, papeleras... En definitiva, en la Terminal 1 de Barcelona-El Prat la estampa fue digna de los daños que puede llegar a causar el paso de un verdadero Tsunami.
Como no podía ser de otra manera, y debido a los reiterados enfrentamientos que se produjeron, los vehículos policiales también estuvieron en el punto de mira de los manifestantes. Pese a llegar al Aeropuerto en buen estado, algunos furgones de la Policía Nacional abandonaron el lugar con lunas rotas y abolladuras en la carrocería debido al lanzamiento de piedras, ladrillos e incluso vallas durante la protesta.
CONTRA LA POLICÍA
Lejos de llevar a cabo una "resistencia pacífica", como se predica en el sector independentista en los últimos años, los manifestantes no dudaron en hacer uso de la violencia contra los efectivos policiales que intentaban controlar la situación en el Aeropuerto. Los insultos de aquellos que se encontraban congregados en la Terminal 1 fueron a mayores, dando paso al lanzamiento de todo tipo de objetos.
El lanzamiento de piedras, vallas, carros, conos y otros objetos contundentes a los agentes desde la terminal de salidas se incrementó por momentos, por lo que las cargas terminaron siendo una respuesta obligada de Policía Nacional y Mossos d'Esquadra.
El resultado no engaña. Una cuarentena de efectivos de ambos cuerpos policiales resultaron heridos al finalizar la jornada lo que desmontó, definitivamente, el argumento de la "no violencia" atribuida a las protestas independentistas.
TSUNAMI DEMOCRÀTIC
El Tsunami Democràtic ha predicado, desde el primer día, su defensa de la "no violencia". De hecho, cuentan con un decálogo que indica las "normas" que debe aceptar todo aquel que "quiera participar en una acción".
Entre estas instrucciones se indica explícitamente que se niegan a "maltratar a nuestro oponente como enemigo". En esta línea, aseguran que no justificarán "una victoria obtenida mediante métodos violentos" y garantizan que no combatirán "violentamente si nos atacan". Y sí, continúan asegurando públicamente que éstos son sus valores tras la bélica jornada en Barcelona-El Prat.
Con todo, el independentismo continúa desenmascarándose a sí mismo. Tras la toma del Parlament los días 6 y 7 de septiembre de 2017, la celebración de un referéndum ilegal y el desastre de la Declaración Unilateral de Independencia, poca democracia quedaba donde escudarse. El argumento de la "no violencia" llegó a flaquear en algunos momentos pero las protestas del Aeropuerto han significado la caída definitiva de estas "buenas intenciones".