La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, no está por la labor de denunciar a los causantes de los alborotos y los destrozos urbanos que la pasada semana dejaron asolado el centro de Barcelona. Al menos, así se lo ha hecho saber a la oposición. “Los responsables políticos del Ayuntamiento nos dijeron que ellos partidarios de la vía civil, no de la vía penal, por lo que los destrozos se quedarán sin castigo. Es de auténtica vergüenza”, señala a Metrópoli Abierta Luz Guilarte, líder de Ciudadanos en el consistorio barcelonés.
El portavoz de C’s, Paco Sierra, presentó esta semana un escrito que será llevado al pleno de este viernes para que el Ayuntamiento se persone como acusación particular contra los detenidos por los disturbios. “Los comandos violentos separatistas pusieron en jaque a la ciudad con incendios, saqueos y barricadas que dieron la vuelta al mundo. Los destrozos los deben de asumir aquellos que los han provocado”, explicó Sierra.
Luz Guilarte critica que “no entendemos cómo en otras ocasiones en las que no es ni arte ni parte, el Ayuntamiento es el primero en personarse en la causa contra agresores y ahora, a la vista de los destrozos, no lo hace. Además, el artículo 109 del Código Penal ya especifica que si vas por la vía penal, ello conlleva la asunción de las responsabilidades civiles correspondientes”. Para la líder naranja, el posicionamiento del consistorio deja desamparada a la ciudadanía barcelonesa. “Pretende decir que el violento que se lo puede pagar, puede causar los destrozos que le venga en gana. O sea, que tiene carta blanca para destrozar. Colau y el teniente de alcalde, Jaume Collboni, no pueden desproteger a la ciudadanía en favor de los que se lo pueden permitir”.
QUE NADIE SALGA INDEMNE
Ciudadanos pretende, según Guilarte, “evitar que nadie salga indemne. Aquí ha habido muchos sectores perdiendo dinero estos días. Son sectores que crean empleo y a los que se les ha machacado. Y la alcaldesa, lo único que ha hecho es sacar la calculadora y decir que ha habido daños por valor de 3 millones de euros. Si no acusa a nadie, ¿quién lo va a pagar?”.
La oposición echa en cara a la alcaldesa que haya escurrido el bulto. “Le pedimos explicaciones, pero no nos las dio. Hubo un silencio total ante nuestros ruegos. Al revés: lo único que hizo fue un escrito de dos folios que es una vergüenza. Se trata de un informe de valoración que parece una cuenta de resultados. Ya en el primer folio, nos encontramos con que el consistorio va a destinar 9.716 euros para un centro de recursos de derechos humanos. O sea, para pagar a un despacho de abogados que asesore a los violentos que han pegado y han causado los destrozos. Insuperable. Es el mundo al revés”, enfatiza la presidenta del grupo municipal de Ciudadanos.
SUPREMACÍA ECONÓMICA E IDEOLÓGICA
Guilarte considera que los altercados que vivió Barcelona durante la semana pasada “son un asalto a la democracia. Es la continuación del golpe de Estado de los independentistas, que se esconden detrás de la masa, engañando a la gente con un concepto”. Y el aumento de la tensión, asegura, no es más que el intento de alargar su modus vivendi, el querer seguir con el status quo de hace muchos años, basado en la supremacía económica e ideológica que les ha permitido mantenerse en el poder”.
Acusa la dirigente naranja de que esa actitud “es totalitarismo. Lo que pretenden es eliminar a los disidentes ideológicos”. Y enfoca su punto de mira también en el PSC, que es socio de gobierno de Colau. “Jaume Collboni es el convidado de piedra en esta fiesta. El teniente de alcalde está agazapado esperando a que llegue el 2023 a ver si Colau se estrella y puede sacar rédito electoral”.
UN PLAN RECHAZADO
Ciudadanos critica también que ya en el pasado julio había entregado al concejal de Seguridad y quinto teniente de alcalde, Albert Batlle, un conjunto de 60 medidas para hacer de Barcelona una ciudad más limpia y cívica. “Era un plan con medidas no ideológicas que entregamos al equipo de gobierno antes que a nadie, para que no pudiesen decir que lo utilizábamos políticamente. Entre las medidas propuestas estaban, por ejemplo, poner más vigilancia en determinadas zonas, que los agentes de la policía local pudiesen llevar cámaras en el chaleco, un mayor control del top manta o que haya convocatoria de plazas de la Guardia Urbana, porque se avecinan muchas jubilaciones”.
Guilarte subraya que “seguramente, tumbaron ese plan simplemente porque lo había hecho Ciudadanos, pero ahora iremos pidiendo medidas una a una durante todo el mandato, porque muchas de ellas son prioritarias para nosotros”. Lamenta, eso sí, que “se ha vuelto a incrementar la inseguridad en la ciudad y con los últimos incidentes se ha visto cómo en Barcelona se puede infringir la ley impunemente y encima el Ayuntamiento te paga el asesoramiento legal. Eso actúa a modo de altavoz como un efecto llamada a grupos de alborotadores e incívicos”.