La entidad sin ánimo de lucro Mescladís ha reescrito un incontable número de historias. En sus 14 años de vida, ha formado a personas en situación de vulnerabilidad, como inmigrantes u otras que estaban en riesgo de exclusión social, para que puedan trabajar como camareros o ayudantes de cocina. O, lo que es lo mismo, para que tengan esa segunda oportunidad que todas las personas deberían tener en algún momento de sus vidas.
El pasado lunes, Mescaldís anunció que debe cerrar uno de sus proyectos, que ha sido su motor económico desde que se puso en marcha en 2011. Se trata del Espai Mescladís, la terraza a través de la cual conseguía gran parte de su financiación y que estaba situada en el Pou de la Figuera (calle Calders, 35).
Esta triste noticia la comunicó a través de su cuenta de Twitter: “Cerramos una etapa pero mantenemos la esperanza y la confianza. Damos por cumplido este primer ciclo del @espaimescladis y desde hoy mismo estamos cerrados. Mientras mantenemos un diálogo fluido con el distrito con la confianza de encontrar una alternativa válida que permita continuar con el trabajo social de Mescladís y de ese modo enriqueciendo nuestro barrio y nuestra ciudad”. Metrópoli Abierta se ha puesto en contacto con los responsables del proyecto para conocer más detalles de su situación pero han respondido que “por el momento nos limitamos al comunicado que hemos dado a través de las redes sociales".
A pesar de que el cierre de esta terraza significa que, a partir de ahora, Mescladís estará muy lejos de tener la capacidad económica con la que actualmente puede ayudar a tantas personas, no ha perdido su empeño en hacer de Barcelona una ciudad mejor. El diálogo que dicen mantener con el distrito de Ciutat Vella para continuar con su labor social ha sido corroborado por fuentes del distrito a Metrópoli Abierta. No obstante, solo han podido alegar que “tenemos un diálogo con ellos del mismo modo que tenemos un diálogo constante con el resto de entidades del distrito”.
LA CONCESIÓN DE 2017
La razón por la cual Mescladís se ha visto obligada a cerrar las puertas de esta emblemática terraza para los vecinos del barrio de Sant Pere, Santa Caterina i La Ribera es que, en 2017, el Ayuntamiento sacó a concurso la concesión del espacio. La entidad no solo se quedó sin la mejor puntuación, sino que una empresa privada ganó la concesión.
Según denunciaron los responsables a Metrópoli Abierta el abril pasado, las bases del concurso apenas valoraban el desarrollo de un proyecto social del barrio, aunque ellos lo pidieron. Desde entonces, Mescladís sobrevivió pidiendo a la justicia sucesivas prórrogas que les permitieran acabar con una decisión que consideraban injusta y un gran error de los responsables del gobierno municipal. Pero lamentablemente, su derrota en el concurso se materializó el lunes pasado.
MÁS LUCHA
Perder la concesión también llevó a Mescladís a impulsar una campaña a través de Change.org con la meta de evitar que le arrebataran su local. En esta criticaba que la concesión debería estar “únicamente abierta a organizaciones sociales, excluyendo las empresas con fines de lucro”. A día de hoy, ya ha conseguido más de 9.000 firmas, pero por el momento no hay indicios que apunten que Mescladís pueda darle la vuelta al panorama. Algunos internautas les han mostrado su apoyo a través de Twitter con mensajes que expresan su lástima u otros con los que les dan las gracias por el gran trabajo que han realizado a lo largo de estos años.