54 personas sin hogar han fallecido en Barcelona durante los últimos 12 meses. Unos datos escalofriantes sobre uno de los colectivos más vulnerables de los países desarrollados. Hay más. Los sintecho fallecidos tienen una media de edad de 56 años, 26 menos que el promedio de edad en el que mueren el resto de ciudadanos de Barcelona, según ha informado la fundación Arrels.
De los 54 fallecidos durante los últimos doce meses, 13 vivían en la calle y 25 en el hospital o en un centro sociosanitario, mientras que el resto habían conseguido vivir en un piso o vivían en una residencia o en un albergue.
EL MÁS JOVEN: 31 AÑOS
La fundación ha señalado que el Bambo, el Krzysztof y el Mihai, apodos por los que eran conocidos algunos de los fallecidos, tenían sólo 31 años al morir y son los más jóvenes que han muerto este año. El fallecido de más edad ha sido Severo, que tenía 84 años.
Arrels y otras 17 entidades sociales han organizado un acto, que se celebrará el próximo miércoles en la plaza de la Catedral de Barcelona, para recordar a estas personas, un 25% de las cuales fallecieron en la calle y dos de ellas víctimas de agresiones.
208 MUERTOS DESDE 2016
"No nos cansamos de decirlo: Vivir en la calle acorta los años de vida", ha señalado la fundación Arrels, que se dedica a ayudar a las personas que viven en la calle y que denuncia que "la realidad de estas personas "a menudo es invisible y sus defunciones aún más".
Desde el año 2016, han muerto un total 208 personas que vivían o habían vivido al raso y que habían sido atendidas por diferentes entidades sociales de Barcelona.
Según Arrels, sólo una de cada cuatro personas sin hogar muere en el hospital.
MÁS JÓVENES
La fundación ha denunciado que, desde el año 2016, la media de edad de las personas sin hogar que fallecen "es cada vez más baja" .
Las 54 personas que este año recibirán el homenaje fueron atendidas en 18 entidades dedicadas a acompañar a personas sin hogar: Àmbit Prevenció, Assís Centre d'Acollida, Barcelona Actua, Cal Muns, CAS Baluard, Cáritas, Dit i fet, Heura, la fundación Sant Pere Claver, la Merienda, Gregal, el hospital de campaña de la parroquia de Santa Anna, Lligam, Lloc de la Dona, Projecte Sostre Techo, Santa Lluïsa de Marillac, UTE-Primer la Llar y fundación Arrels.
Durante el acto de homenaje a las 54 víctimas, las entidades leerán un manifiesto que volverá a denunciar que vivir en la calle deteriora la salud y acorta los años de vida.
"Son defunciones que nos llenan de tristeza, de contradicción y de indignación", añade el manifiesto, que pide que "para que vivir en la calle no sea la causa de ninguna muerte necesitamos que todo el mundo tenga un hogar".
1.200 SINTECHO
En Barcelona, unas 1.200 personas viven en la calle y están expuestas al frío, al calor, a la violencia y agresiones, a la soledad y a la pérdida de su entorno de apoyo, según las entidades, que piden a la ciudadanía que dejen de ver a estas personas "como una molestia y cambiar la mirada".
Las entidades también piden a las administraciones que empiecen a contabilizar en las estadísticas públicas "estas muertes indecentes y silenciadas para priorizar la vivienda asequible para todos".