La Guardia Urbana desaloja a los jóvenes que han dormido en Sant Jaume

Agentes de la Guardia Urbana han desalojado a primera hora de esta mañana de este jueves a una treintena de jóvenes que han dormido a las puertas del Ayuntamiento en protesta por el desmantelamiento en la madrugada de ayer de la acampada de la plaza Universitat.

Un centenar de personas realizaron anoche una asamblea en dicha plaza de la ciudad para decidir una respuesta al desalojo de la acampada que desde hacía 21 días ocupaba este espacio de la capital catalana en protesta por la sentencia del procés y a favor de otras reivindicaciones sociales.

“PEDIR EXPLICACIONES”

Parte de estas personas decidieron pasar la noche frente a la sede del Ayuntamiento de Barcelona para "pedir explicaciones a la alcaldesa, Ada Colau" por la actuación de la Guardia Urbana en la plaza Universitat, y desplegaron unos cartones ante la puerta de entrada del consistorio, en los que han dormido una treintena de jóvenes.

Hacia las 6:00 horas de la mañana, los agentes se han presentado en el lugar, han despertado a los jóvenes y les han obligado a dejar la zona, aunque posteriormente algunos de ellos se han vuelto a concentrar en la plaza donde está el Ayuntamiento. Más tarde, los servicios municipales han procedido a retirar los cartones y a limpiar la zona.

TRASLADO

Pocos minutos después de las 20:00 horas del miércoles, los activistas de plaza Universitat trasladaron la asamblea a Sant Jaume. Escoltados por seis furgonetas de los antidisturbios de la policía catalana, unas 200 personas cortaron el tráfico avanzando por calle Pelai hasta llegar a plaza Catalunya y bajaron por el Portal del Àngel en dirección al Ayuntamiento. “¡La acampada resiste!”, coreaban los independentistas entre las callejuelas del barrio del Gótico.

DE MÁS A MENOS

La acampada ha ido perdiendo apoyos a medida que fueron avanzando los días. En la segunda semana de protesta, las juventudes de Esquerra Republicana, las JERC, abandonaron el campamento junto a Arran entre acusaciones de robo de 30.000 euros en efectivo de la caja de solidaridad. Una presunta agresión sexual en una de las tiendas y la desconvocatoria de la huelga indefinida del Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans (SEPC) había debilitado la protesta en los últimos días. Finalmente, la alcaldesa decidió desalojar la plaza por razones de movilidad.