La dirección de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) desconocía los cambios de tarifas del transporte público que se implantarán el 1 de enero de 2020. Las negociaciones se han llevado con suma discreción -como ha reconocido el propio conseller de Territorio y Sostenibilidad, Damià Calvet, en la rueda de prensa- para evitar filtraciones. La prudencia ha sido tal que distintos altos cargos del principal operador de transporte, TMB, se han enterado este mismo miércoles, el día de la presentación, de los cambios de tarifas.

Según ha podido saber Metrópoli Abierta de fuentes de TMB y sindicales, el "cabreo" entre la dirección era importante. Y lo era no solo porque a estas personas no se les ha informado de los cambios sino porque la Autoritat del Transport Metropolità (ATM), el consorcio interadministrativo que ha impulsado los nuevos precios, no ha tenido en cuenta las propuestas formuladas por TMB. A grandes rasgos, la empresa de transporte proponía congelar la T-10 y hacer una rebaja sustancial de otros abonos para hacer más atractivo el uso del transporte público. TMB estima que se puede captar un 10% de ciudadanos que todavía usan el vehículo privado.

TARIFA PLANA

Lo cierto es que las tarifas que entrarán en vigor poco tienen que ver con las propuestas de TMB. El título estrella que se pondrá en marcha será la T-Usual, un título que permitirá a los barceloneses hacer los viajes que quieran durante 30 días por 40 euros. Según la alcaldesa Ada Colau, se trata de una tarifa plana del transporte público. Otro cambio importante es la transformación de la T-10, hasta ahora el título más utilizado por los usuarios, en una tarjeta más enfocada para las personas que usarán el transporte público de manera esporádica. El nuevo título, que se ha bautizado como T-Casual, se encarece y pasa de los 10,20 a los 11,35 euros.

El consorcio interadministrativo que ha aprobado las nuevas tarifas está formado por la Generalitat de Catalunya, que tiene el 51% y, por tanto, la decisión final sobre los precios, mientras que el Ayuntamiento de Barcelona, el Área Metropolitana de Barcelona y la Asociación de Municipios por la Movilidad y el Transporte Urbano disponen del 49% restante. El presidente de la ATM es Damià Calvet; la vicepresidenta primera es Janet Sanz, teniente de alcaldía del Ayuntamiento de Barcelona, y el vicepresidente segundo es Antoni Poveda, que también es el alcalde de Sant Joan Despí. La rueda de prensa la han conducido Calvet, la alcaldesa Ada Colau y Poveda, aunque a la presentación también han asistido Sanz y la regidora de Movilidad de Barcelona y presidenta de TMB, Rosa Alarcón, que se ha mostrado muy satisfecha de los cambios introducidos.

Algunos de sus directivos en TMB no lo veían igual y el descontento era manifiesto. Metrópoli Abierta ha preguntado a TMB si tenía previsto aumentar la oferta de convoyes de metro y buses, especialmente en hora punta, ante el presumible incremento de la demanda que puede comportar la bajada de precios. TMB no ha contestado. La empresa se ha limitado a decir que hay otros operadores de transporte y ha invitado a este medio a preguntar a la ATM, el consorcio que ha impulsado los cambios. La ATM, por ahora, no ha respondido. Quizá habrá que esperar hasta después de las Navidades para saber qué pasa, pero no sería extraño, si ahora, pagar menos se traduce en tener que ir más enlatados que ahora.

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