La Guardia Urbana localizó anoche a 45 conductores ebrios o drogados en Barcelona. Las escalofriantes cifras se deben a los macrocontroles que ha implementado el Ayuntamiento para reducir el número de accidentes en la ciudad por estas causas. 

Los agentes realizaron dos macrocontroles con los que pretendían perseguir a quienes, en fechas navideñas, conducen habiendo tomado estupefacientes o consumiendo alcohol. 

MACROCONTROLES DURANTE LAS FIESTAS

El consistorio de la capital catalana ha informado de que las patrullas de urbanos que participaron en estos macrocontroles realizaron un total de 514 pruebas de alcoholemia y 34 de drogas, de las que 36 dieron positivo en alcohol y 9 en diversas sustancias estupefacientes.

La administración barcelonesa aplicará el Plan de Seguridad Viaria de Barcelona con la ejecución de más macrocontroles de alcoholemia y estupefacientes sorpresa durante todas las fechas navideñas. De esta manera se prevé que se reduzcan los incidentes, y que los conductores hagan un buen uso de sus vehículos evitando poner en peligro la seguridad del resto de ciudadanos. 

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