Una tarjeta navideña destapa un caso de presos esclavizados en China
Una niña de seis años recibió un mensaje de socorro cuando quería enviar unas postales de gatitos con un gorro de Papá Noel
23 diciembre, 2019 12:18Noticias relacionadas
Florence Widdicombe, una niña londinense de seis años, quería enviar a sus amigos unas tarjetas de gatitos con un gorro de Papá Noel para felicitarles la Navidad. Lo que no esperaba era que encontraría en una de ellas un mensaje que denunciaba la existencia de presos esclavizados en China.
"Somos prisioneros extranjeros en la prisión Qingpu de Shanghái, China. Forzados a trabajar contra nuestra voluntad. Por favor ayúdennos y notifíquenlo a la organización de derechos humanos", decía. El autor de este mensaje también pedía que la persona que leyera esa tarjeta se pusiera en contacto con el experiodista británico Peter Humphrey. Él también había pasado una condena en la cárcel de Quingpu. Había sido detenido mientras trabajaba como investigador corporativo.
El padre de Florence alertó al rotativo The Sunday Times sobre la existencia del mensaje de socorro. Explicó que su hija se había quedado consternada tras leerlo y que se sentía responsable de pasar el aviso a Humphrey.
DESCUBRIMIENTO
Cuando la familia Widdicombe consiguió hablar con él, el experiodista se puso en contacto con exprisioneros de la misma cárcel. Le confirmaron que se estaba utilizando mano de obra forzada. Cuando el experiodista cumplió condena en el lugar, eran laborales voluntarias que permitían ganar dinero para comprar jabón o un dentrífico.
El rotativo The Sunday Times fue el primer medio en hablar de un potencial ‘gulag’ chino con dudosas prácticas laborales. Después del escándalo, Tesco detuvo su relación comercial con una fábrica china y abrió una investigación. También alegó que nunca permitirá que en su cadena se emplee la mano de obra de presos.