No son buenos tiempos para los amantes del 'terraceo'. La ciudad francesa de Rennes ha conseguido aprobar una medida que prohíbe la calefacción en las terrazas de bares y restaurantes. Esta metrópolis ha adoptado la decisión como parte de la "transición ecológica y ambiental".
El vicealcalde del municipio francés, Marc Hervé, considera que “Con el desafío ecológico ante nosotros, debemos ser ejemplares en el espacio público. En ciudades con más de 200,000 habitantes (...), Rennes será el primero en prohibir la calefacción en terrazas”.
LAS TERRAZAS, UNA ALTERNATIVA PARA LOS FUMADORES
A diferencia de lo que muchos podrían pensar, la deliberación, votada en el consejo municipal en el mes de junio, tuvo una "relativa unanimidad". A pesar del peso que han cogido las terrazas, desde que el 1991 entrase en vigor la ley Evin, que prohibió fumar en locales de uso colectivo y transporte, la medida ha sido acogida con orgullo y esperanza. Eso sí, los comercios y la restauración de la zona no lo han visto con tan buenos ojos.
Los gerentes de los bares y restaurantes de la zona aseguran que esta medida les afectará, ya que muchos fumadores optarán por acudir a otros lugares. Además auguran que la clientela no podrá repartirse entre dentro y fuera del establecimiento, y eso supondrá un problema para su negocio.
PARIS Y MADRID TAMBIÉN LO INTENTARON
Los ecologistas del Ayuntamiento de París propusieron la misma medida en el año 2011. El Consejo de París, por su parte, propuso "hacer un balance de la regulación de las pantallas y terrazas en París, y al final, lanzar una consulta en 2020-2021, para la revisión de esta regulación”, por lo que por el momento la capital francesa sigue igual.
En España también ha habido proposiciones de este tipo contra los calefactores de las terrazas. En el foro Madrid Futura del año 2017, el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, habló sobre las medidas que contemplaban para luchar contra el cambio climático y reducir las emisiones. En una de las propuestas surgió la prohibición de usar estufas de gas para calentar a los clientes de los establecimientos, algo que finalmente nunca llegó a producirse.