Un millar de personas se han concentrado este sábado por la tarde en el parque de la Ciutadella en señal de protesta contra la decisión de la Junta Electoral Central (JEC) de inhabilitar al presidente de la Generalitat, Quim Torra, como diputado autonómico, lo que a la postre supone, si se consuma el hecho, que dejaría de estar al frente de la Generalitat.
La manifestación ha sido convocada por organizaciones y colectivos independentistas -ANC, Òmnium y grupos de CDR- coincidiendo con el pleno convocado por Torra para ser ratificado en el cargo por la cámara catalana. Las concentraciones se han iniciado hacia las 16.30. En un principio, los Mossos habían blindado los accesos a la Ciutadella y la protesta se tenía que desarrollar en el paseo de Lluís Companys.
Pero poco después de las 17.00 horas, unas decenas de manifestantes han reventado la puerta de acceso al parque más próxima a la estación de França. Fuentes de los Mossos d'Esquadra han confirmado, pasadas las 19.30 horas, que no se habían producido detenciones por este hecho. Tampoco han asegurado que se hayan producido identificaciones, aunque en este tipo de dispositivos es bastante probable que así sea, han apuntado desde la oficina de prensa de la policía autonómica. A esa hora tampoco se habían producido incidentes destacables, afirman.
EQUIPO DE SONIDO
La propia ANC ha decidido trasladar la manifestación delante del Parlament, que estaba cerrado por una decena de furgonetas de los antidisturbios. La organización independentista venía preparada para la ocasión, incluido un equipo de sonido, para seguir el debate político que se estaba celebrando en el interior del Parlament. Torra ha aprovechado el descanso en la sesión para salir a saludar a los manifestantes. Los parlamentos de Ciudadanos y del PP han sido los más abucheados, aunque tampoco se ha librado la diputada de ERC, Marta Vilalta.
En el pleno celebrado en el Parlament, las fuerzas independentistas han presentado una propuesta que ha ratificado a Torra como diputado y presidente de la Generalitat, y ha rechazado la decisión de la Junta Electoral Central (JEC) de retirarle el escaño. La resolución, que está firmada por ERC, JuntsxCAT y CUP, también califica de "golpe de Estado" la resolución de la JEC porque consideran que contraviene la voluntad de la ciudadanía. Según los tres grupos, el "único marco jurídico aplicable a la Presidencia de la Generalitat" es la Ley de Presidencia y el Reglamento del Parlament, por lo que creen que estas normas son las únicas que pueden alterar la composición de la cámara catalana.
FIN DE LA REPRESIÓN
El texto aprobado también exige "el fin de la represión, el reconocimiento del derecho a la autodeterminación del pueblo de Catalunya, la amnistía de los presos, el libre retorno de los exiliados y la plena garantía en el ejercicio y la defensa de los derechos civiles y políticos de los ciudadanos de Catalunya, y la necesidad de impulsar un Acuerdo Nacional para defenderlo".
La propuesta también muestra su apoyo al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont; el líder de ERC, Oriol Junqueras, y el exconseller Toni Comín para que "ejerzan plenamente y en libertad sus funciones políticas" cumpliendo con el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) que les reconoce la inmunidad como eurodiputados electos.
Tanto los comunes como el PSC han querido marcar perfil propio en el pleno del Parlament. Si bien ambos han defendido que Torra siga al frente de la Generalitat, los socialistas han recomendado al presidente que recurra al Tribunal Supremo la decisión de la JEC, mientras que los comunes han relacionado el texto de la JEC con la derecha de Ciudadanos y PP y con la ultraderecha de Vox para torpedear la investidura de Pedro Sánchez.
BAJADA DE LA BANDERA ESPAÑOLA
Tras conocerse este viernes la decisión de la JEC, casualmente un día después del acuerdo alcanzado entre PSOE y ERC que garantizaba la investidura de Pedro Sánchez el próximo martes en la votación definitiva, se empezaron a organizar protestas en todo el territorio catalán. En Barcelona, los colectivos independentistas se reunieron en la plaza de Sant Jaume. Durante la concentración se descolgó la bandera española del Palau de la Generalitat. La acción apenas duró 13 minutos.