El incendio, hace unas semanas, en la empresa de reciclaje de disolventes de Montornès del Vallès ha provocado un desastre ecológico en el río Besòs. El fiscal de delitos contra el medio ambiente, Antoni Pelegrín, ha abierto diligencias por la contaminación ambiental generada por el fuego. La investigación la lleva una de las unidades de élite de los Mossos, el Área Central de Medio Ambiente (ACME), creada hace ahora 28 años. Durante 10 años, entre 1995 y 2005, Òscar Benítez formó parte de esta unidad. Mosso en excendencia voluntaria, Benítez es ahora director de seguridad de bus en Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) y consejero de Sant Martí por Barcelona pel Canvi, el partido que lidera Manuel Valls.
Metrópoli Abierta se ha puesto en contacto con Benítez para conocer cómo puede estar llevando los Mossos la investigación del incendio de Montornés. El policía en excedencia asegura que no tiene ninguna duda que la verdad saldrá a la luz. "La investigación la llevan los mejores. Y no lo digo yo. Esta unidad tiene una 82% de eficacia en la resolución de casos". Según el consejero municipal, el primer paso es conocer “cómo se inició el fuego, si éste fue intencionado o no, y dónde empezó”. Para ello, añade Benítez, será fundamental saber qué dice el informe de la policía científica. “En caso de que sea intencionado será necesario conocer qué activador se utilizó, qué acelerador y qué combustible se hizo servir para alimentar el fuego”.
MUESTRAS DEL RÍO BESÒS
Una investigación medioambiental tiene siete fases. “Ahora, los agentes están en la primera, que es la recolección de datos”, avanza Benítez. Una de las primeras acciones es la recogida de muestras de la calidad del agua en tres puntos del río Besòs. Con las tres muestras, el Instituto de Toxicología de Cataluña "elaborará el informe de impacto ambiental”. Benítez explica que la ACME también deberá realizar la necropsia a las aves y peces muertos en la zona para determinar qué compuesto químico los mató. Otro paso será “pedir los resultados de los captadores ambientales de la zona para ver cómo afectó la emisión en la atmósfera de los compuestos orgánicos volátiles, fruto de la quema de disolventes. Esto permitirá conocer la magnitud de la contaminación atmosférica”.
TESTIMONIOS
La investigación incluirá también recabar información sobre las empresas implicadas – en este caso Ditecsa- y sus responsables, desde los antecedentes administrativos o penales. “Los agentes también mirarán si la compañía disponía de todos los permisos, entre ellos la licencia de actividad municipal. También se hablará con los trabajadores, antiguos y actuales, y con los camioneros para saber si se cumplían los protocolos. Con los testimonios se quiere tener una visión de cómo estaba la industria antes del incidente”, subraya el mosso en excedencia.
Benítez asegura que no conoce los detalles de la investigación y cree que todavía es pronto para hacer una diagnosis judicial. “Hay que garantizar la presunción de inocencia de cualquiera”, dice. Pero avanza que las acciones policiales podrían concluir que se trata de un delito de peligro hipotético. “En este caso no es necesario que se produzca el daño. Habría bastante con la mala praxis de la empresa por imprudencia por poner en peligro el medio ambiente”. También cita el delito por omisión, “pero tendría que tratarse de una acción lo suficientemente grave para poner en peligro el medio ambiente o la salud de las personas”. “El artículo 31 bis del Código Penal cita la responsabilidad penal de las personas jurídicas y habla de 25 posibilidades de delinquir por parte de las empresas y de sus cargos directivos, y entre estos supuestos está el delito medioambiental", añade.
DOS MULTAS
La sensación que tiene el exmiembro de la ACME es que, presuntamente, en este caso parece que alguna cosa no se hizo bien. “Parece que los sistemas de incendio fallaron o que las alarmas o detectores no hubieran estado a la altura técnica”. De hecho, la Generalitat informó pocos días después del incendio que la empresa había sido multada dos veces, en una ocasión con 48.000 euros por un almacenaje superior a la capacidad permitida, y otra con 10.000 por no garantizar el cumplimiento de las condiciones para la autorización ambiental integrada.
Los investigadores también deberán preguntarse por qué la empresa entró en un concurso de acreedores y cuál era el volumen de pasivo económico que arrastraba. “Desde la distancia y con mucha precaución podríamos estar delante de un delito de acción por omisión o imprudencia grave con resultado de contaminación”. Hace tres años, El Mundo publicó que el propietario de Ditecsa, Gonzalo de Madariaga, estaba siendo investigado por el caso de los ERE de Andalucía.
140 INVESTIGACIONES
Como miembro del Área Central de Medio Ambiente de los Mossos, Benítez participó en unas 140 investigaciones. Dice que la efectividad de la unidad en la resolución de casos ronda el 82% y que el delito ecológico “depende del daño ambiental”. Algunos de los casos más conocidos en los que Benítez participó son el de Erkimia-Ercros en Flix, una empresa que vertió 700.000 toneladas de residuos tóxicos y contaminó el río Ebro con mercurio; el delito de contaminación acústica por la tercera pista del aeropuerto de El Prat, en el que se acabó imputando a Aena o al ministerio de Fomento, y la contaminación del río Ges y de las aguas del pueblo de Torelló durante 10 años por parte de dos empresas metalúrgicas.
¿Cuál es el retrato de la persona que comete un delito ecológico?
“El perfil del delincuente medioambiental es un empresario de éxito, con contactos políticos, ya sea en el ámbito local o de la Generalitat, con un ego muy subido que se cree el éxito que tiene es debido a su inteligencia. No tienen ningún respeto por las normas establecidas, sobre todo las medioambientales y lo que representa la autoridad. Está convencido de que su amigo político le preservará de cualquier problema, incluso de la policía. Siempre están asesorados por grandes bufetes de abogados. De hecho, prefieren invertir en abogados que en sistemas de depuración o filtros. También les gusta ostentar, con grandes coches y despachos y muchos viajes de negocios. No les importa contaminar si así ganan dinero”.
LLAMADAS DE MANDOS
Benítez recuerda que el trato con estos empresarios no era fácil. “Solían menospreciarnos derivándonos a su personal subordinado o prohibiéndonos entrar en su propiedad. Había días que aguantabas más las tonterías y días que no dejabas pasar ni una. Tratábamos de hacerle ver quiénes éramos, qué representábamos y por qué estábamos allí. Pero sobre todo le hacíamos entender que acabaría declarando en comisaría”. En más de una ocasión estos policías se habían encontrado con llamadas de sus cuadros de mando, que, previamente, había recibido la llamada de un alto cargo político pidiendo explicaciones sobre “aquellos chicos tan mal educados habían tratado tan mal a un honorable hombre de la sociedad civil”.
El policía explica que se encontró en esta situaciones “infinidad” de veces. El caso que le viene enseguida a la cabeza es el de un empresario de Osona, del sector lácteo, que se intentó identificar con el carné de un partido político. “Quiere el DNI o prefiere este otro carné, me dijo el hombre cuando le pedimos que se identificara”. Acto seguido nos dijo que era muy amigo del presidente de la Generalitat. “Le contestamos que lo haríamos constar en acta y se sintió muy ofendido. Cuando ni siquiera habíamos salido de sus instalaciones nos llamó nuestro jefe pidiéndonos explicaciones. Se había iniciado la cadena de llamadas… Nuestra decisión fue ir a Fiscalía para informar sobre la conversación mantenida con el empresario”. Sus superiores desistieron de pedirles ningún informe sobre la situación vivida y pudieron seguir con la investigación con normalidad.
SALTO A LA POLÍTICA
Curiosamente, y pese a las situaciones vividas, Benítez lleva años vinculado a la política, primero como consejero municipal en el PSC, y ahora en Barcelona pel Canvi. Asegura que desde el minuto 1, el partido de Valls ha apostado “por la transparencia y la honestidad, por una nueva forma de hacer política para ser útiles a Barcelona y a Cataluña. La ética y la responsabilidad política están por encima de los intereses del partido. Valls y Eva Parera son los mejores ejemplos de estos valores”.
Benítez dice que la mayoría de políticos son buena gente, aunque reconoce que hay aspectos que no le gustan. A diferencia del mundo policial, en la política, a veces, los problemas no se ven venir. “Como agente sabes muy bien de dónde puede venir la agresión. Lo ves venir y basta con estar preparado. En política, identificar quién puede hacer daño no está tan claro. Los políticos visten bien, acostumbran a ocupar cargos de influencia, sonríen y te dan golpes en la espalda mientras te apuñalan. Su mejor arma no es el puñal sino la palabra. Ante esto, solo puedes ser honesto con tu trabajo y contigo mismo”.