Los autodenominados Comitès en Defensa de la República (CDR) llevan 87 días cortando cada noche la avenida Meridiana de Barcelona para protestar contra la sentencia del Tribunal Supremo por el caso 1-O.
INSTALADOS EN LA VÍA
Entre las múltiples actividades que realizan en cada jornada, como sentarse en el suelo y jugar a pelota o llevarse las sillas de casa para hacer tertulia con los vecinos en plena vía barcelonesa, se encuentra ahora la de cocinar butifarra con una barbacoa portátil.
Además, con máxima expectación, los radicales colgaron en las redes sociales que el pasado miércoles entre los manifestantes se encontraba un ciudadano de Hong Kong.
LA MANIFESTACIÓN INTERMINABLE
Los cortes en dicha vía barcelonesa son diarios con el beneplácito del gobierno de Quim Torra y del Ayuntamiento de Barcelona, cuya alcaldesa, Ada Colau, ha rechazado tomar medidas para evitar los cortes y las múltiples molestias a los vecinos.