Finalmente, la historia de Camino (la limpiadora que encadenó 242 contratos en ocho años) y el Hospital Clínic de Barcelona no ha tenido un final feliz sino todo lo contrario. El que está considerado como el mejor centro sanitario catalán ha prescindido de la trabajadora, que consiguió que el Tribunal Supremo reconociera su situación tras sufrir ocho años de contratos precarios.
La ciudad sanitaria tenía dos alternativas tras el fallo de los magistrados, que avanzó el pasado diciembre Crónica Global: readmitirla o despedirla. Según adelanta hoy el mismo medio, el hospital ha optado por la última opción, haciendo caso omiso a la larga lucha de la empleada.
LOS SINDICATOS LO CRITICAN
Preguntados por ello, los portavoces del Hospital Clínic han declinado hacer comentarios sobre el caso. Sí lo han hecho fuentes sindicales, que lamentan que "una institución de enfermos agudos de referencia, que año tras año es coronada como una de las mejores de España, opte por mantener a colectivos de trabajadores en la más absoluta precariedad".
Además, estas voces alertan que "tras 242 contratos en ocho años, ve reconocido su despido improcedente en el Tribunal Supremo y, por ende, la echan a la calle. En la misma situación está mucha otra gente", indican. Y se refieren "a personal que el Clínic empezó a contratar de forma temporal en 2009, y que han tenido que acudir a los juzgados para ganar su plaza. Habrá unas 400 personas así, de las cuales quedan abiertos una decena de casos en la jurisdicción social", explican.
LOS ABOGADOS EXPLICAN LOS MOTIVOS
Ante el silencio del Hospital Clínic con Camino, la limpiadora que aguantó ocho años de contratos temporales hasta que la echaron mediante despido disciplinario y bregó hasta llegar al Supremo y conseguir su readmisión, también han hablado sus abogados.
Desde Col·lectiu Ronda han confirmado a Crónica Global que el complejo médico ha prescindido de la limpiadora. "Es muy triste, pero es perfectamente legal. El Tribunal Supremo dio dos opciones a la empresa: readmitir a la trabajadora o indemnizarla con 11.088 euros. Han optado por lo segundo", declara un portavoz de la plataforma de letrados.
DESAFORTUNADAMENTE, ES ALGO COMÚN
Sus representantes legales mantienen que "es algo común en las empresas cuando son condenadas. Primero, porque el despido es improcedente, no nulo, lo que sí hubiera forzado la readmisión de la demandante sí o sí. Y dos, sencillamente porque les suele salir más barato", reconocen los mismos portavoces.
"Imagínate que el Clínic opta por reincorporar a Camino a su plantilla, le tendría que pagar los ocho años de deudas porque la contrató con acuerdos de sustitución irregulares", añaden, y "el recálculo incluiría vacaciones impagadas y otros extras que le hubieran salido más caros al hospital". "Es duro de decir, pero despedirla era lo más barato. Y desde el punto de vista legal, poco se puede hacer", sentencian.
LA HISTORIA VIENE DE LEJOS
Cabe recordar que el Tribunal Supremo dio la razón a la limpiadora en noviembre de 2019. La máxima instancia judicial avaló que Camino empezó a trabajar en el Hospital Clínic Barcelona en 2007. Cobraba unos 72 euros brutos al día y encadenaba acuerdos laborales de dos, tres, diez, 11, 26, 30, 57 y 90 días. La cadena de contratos eran siempre de sustitución de un compañero y correspondían a varios turnos.
En 2011, la empleada quedó en el paro durante dos meses, pero volvió a trabajar en las mismas condiciones después de ese periodo de inactividad. Acumuló un total de 242 contratos hasta que la gerencia la despidió en 2015 por motivos disciplinarios.
Por este motivo, ella interpuso una demanda cuatro días después. La acción legal fue desestimada en primera instancia, y en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). Pero el Supremo avaló su recurso y le dio la razón. Decretó la improcedencia de su despido y advirtió un fraude de ley.