La negativa del Ayuntamiento de Barcelona a la instalación del Museo Hermitage facilita las opciones de otras ciudades para hacerse con un proyecto cuya inversión se sitúa entorno a los 50 millones de euros y que supondría un impulso a la economía y al sector turístico.

Así, otras urbes como Valencia, Alicante, Málaga o Lisboa son algunas de las candidatas, ya que podrían reunir los requisitos deseados por los promotores de esta iniciativa.

CERCANÍA AL MAR

Entre los valores destacados por iniciadores de este proyecto, se encuentra la proximidad al mar, un elemento clave que la capital catalana cumplía de manera sobresaliente. Una vez descartada la Ciudad Condal, Valencia es una de las ciudades que encaja en ese perfil, y que cuenta con La Ciudad de las Artes como principal eje de la cultura, por lo que el Hermitage podría funcionar a la perfección como complemento.

Málaga se encuentra en un momento de proliferación de los museos y Alicante, otro de los destinos nacionales posibles, podría ofrecer una proyección cultural como destino turístico, ya que hasta el momento destaca por ser un enclave relacionado con el sol y la playa.

A nivel europeo, un destino como Lisboa podría verse beneficiado por la que sería su primera gran infraestructura museística con proyección internacional.

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