El gran crecimiento de usuarios de patinetes eléctricos en Barcelona tiene una consecuencia directa: los accidentes con estos vehículos se han multiplicado por cuatro. El mal uso de estos vehículos ha motivado que las sanciones también se hayan disparado.
La capital catalana registró en 2019 un total de 490 accidentes en los que se vieron implicados los llamados Vehículos de Movilidad Personal (VMP), en su mayoría, patinetes eléctricos. La incidencia de estos vehículos en accidentes está ganando peso. Lo demuestran las cinco personas heridas de gravedad en accidentes con patinetes implicados.
La convivencia de los patinetes con los peatones y el resto de conductores es uno de los principales retos del futuro que preocupa a la Guardia Urbana. Lo han señalado este martes el regidor de Seguridad, Albert Batlle, y el jefe de la policía municipal, Pedro Velázquez, en la presentación de los datos de siniestralidad de Barcelona.
UN MUERTO MÁS QUE EN 2018
Los siniestros de tráfico en la ciudad condal se cobraron la vida de 22 personas, una más que en 2018. La mayoría de las víctimas fueron motoristas (14). Los accidentes con heridos graves (202) se han reducido en 36 respecto al año anterior.
El mal uso de los patinetes particulares se ha ha triplicado. El año pasado, la Guardia Urbana multó a 6.546 personas que circulaban en su patinete, más del triple que las 1.898 sanciones de 2018. Las principales causas son la circulación por las aceras y conducciones temerarias. "Es un vehículo potencialmente muy peligroso por el usuario y para las personas que pueden ser atropelladas", ha afirmado Batlle.
Si las sanciones en usuarios particulares se dispara, las infracciones de personas que usan los patinetes de alquiler se han multiplicado por 13. En 2019, la urbana sancionó a 13.441 personas, mientras que en 2018, los agentes multaron a 1.514.
El regidor de Seguridad ha recordado este martes que los patinetes no pueden superar los 25 kilómetros por hora, deben circular por los carriles bici y que los usuarios menores de 15 años tienen prohibido circular en estos vehículos.
MOTOS COMPARTIDAS
Preocupa también en la Guardia Urbana el uso irresponsable de las motocicletas eléctricas de uso compartido que el año pasado estuvieron relacionadas con 367 accidentes con heridos. Batlle avisa que crecen los usuarios que deciden usar este servicio de noche, bebidos, y el grave riesgo que esto conlleva.
En 2019, la policía local contabiliza 278 infracciones, la mayoría por superar la tasa de alcoholemia permitida. Esta cifra supone casi el doble de casos de 2018 cuando los agentes sancionaron a 157 personas por hacer un uso indebido de estas motos.
'NOS PREOCUPAN LOS PEATONES'
La regidora de Movilidad, Rosa Alarcón, ha señalado la necesidad de reducir a cero las víctimas mortales en las calles de Barcelona y ha apuntado a la importancia de la velocidad de circulación. La Guardia Urbana detecta 950 infracciones diarias por superar los límites de velocidad. "Como ciudad, no nos lo podemos permitir", asegura Alarcón. El Ayuntamiento trabaja para limitar a 30 kilómetros por hora la circulación en el 75% de las calles de la ciudad. "También es una medida de salud", insistía este martes Alarcón.
Barcelona registra al día 25 siniestros con heridos con 32 personas como víctimas de media. El número de siniestros (9.251) han supuesto un incremento del 0,7% respecto a 2018. Las causas de los accidentes siguen siendo los mismos: falta de atención, giros temerarios y desobedecer los semáforos.