La promesa que Ada Colau hizo en 2015 de eliminar al cuerpo de antidisurbios de la Guardia Urbana ha caído en saco roto. En el nuevo organigrama del cuerpo policial figura la UREP, la nueva Unidad de Refuerzo para las Empresas y la Proximidad. Es el nuevo nombre con el que Colau bautiza a los antidisturbios.

Ante las críticas de la oposición y los sindicatos, la edil de Barcelona en Comú ha solventado la cuestión con un cambio de nombre. Fuentes sindicales han indicado que, además, continuará operando con funciones similares a la antigua división, más algunas competencias como medio ambiente.

VICTORIA PARA LOS SINDICATOS

Esta es una victoria para lo sindicatos del cuerpo, que percibían la extinción de las "unidades de policía administrativa y seguridad ciudadana" que Barcelona en Comú llevaba en el programa electoral de hace cinco años.

Este sábado, l primer teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, y el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, han presentado el nuevo modelo de gestión y servicio de la Guardia Urbana en el que destaca la decisión de apartar a los policías de tareas administrativas.

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