Comer con las manos, hacer referencia a las agujas del reloj o palpar los alimentos antes de ingerirlos son tres ejercicios fundamentales que realizan las personas invidentes antes de llevarse un producto a la boca. Un hecho tan sencillo como cortar un trozo de tortilla, untar una tostada con mermelada o añadirle un poco de leche al café se convierte en toda una montaña rusa para las personas ciegas.
“TOMAMOS LAS AGUJAS DEL RELOJ COMO PUNTO DE REFERENCIA”
Con una venda en los ojos y unos platos para degustar, el Cupón de la ONCE ha organizado un desayuno oscuro para ponerse en la piel de una persona con alguna clase de discapacidad visual. Enric Botí, delegado territorial de la ONCE en Cataluña, ha explicado que para una persona invidente es fundamental saberse las horas. “Tomamos las agujas del reloj como punto de referencia y a partir de allí sabemos qué tenemos en el plato y que no”.
“Cuando me preparan una comida me explican que a las 12:00 horas tengo un trozo de carne, a las 15:00 horas un poco de ensalada, un poco más abajo, sobre las 18:00 horas, una cucharada de arroz y a menos cuarto, alguna salsa para acompañar el menú”, con estas referencias yo sé qué como en cada momento sin la necesidad de estar oliendo o palpando los productos, explica Botí en el mercado de la Boquería.
“ALGUNA VEZ HE SERVIDO CAFÉ CON CALDO”
Ponerse en dicha situación es complicado pero, una vez lo haces, te adaptas a ello: no controlas el tamaño de cada trozo, no sabes si dicho alimento lleva espinas o si se ha colado algún hueso, a saber si la carne está cruda, pasada o incluso quemada y eso es lo que quiere reivindicar el Cupón de la ONCE en esta zona de la ciudad, que todo barcelonés conozca las múltiples barreras a las que se enfrenta una persona inválida día a día.
Tras degustar el menú: un trozo de queso, jamón, unos cuantos chipirones y de postre algo dulce, el delegado territorial de la ONCE ha comentado que “cada vez hay más productos envasados en braille y adaptados a las personas inválidas, pero esto no quita que más de una vez haya servido un café con un chorro de caldo”, sonríe Botí.
COCINA Y DIVULGACIÓN
El Mercado de la Boquería ha organizado este taller junto al Cupón de la ONCE en el marco de su 180 aniversario, donde tiene previsto realizar diferentes actividades. El programa cuenta con un equipo formado por chefs, restauradores, gastrónomos, investigadores e influencers. Las actividades se realizarán en tres grandes bloques: seriadas, puntuales y con partners y se irán ejecutando a lo largo de este año, con una pausa durante los meses de julio y agosto.
Como novedad, el mercado de la Boquería va a fusionar la cocina y la divulgación. En este sentido, muchas de las actividades de este año irán relacionadas con ambas temáticas con sesiones culinarias impartidas por chefs como Marc Ribas e Isma Prados. Además, las influencers también tomarán protagonismo en el espacio barcelonés y prepararan ciclos de conversaciones sobre gastronomía, alimentación en los hogares y el mercado como institución.