Arrels Fundació ya tiene contabilizadas, al menos, nueve denuncias a personas sintecho en Barcelona. Los datos los facilita el propio director de la entidad, Ferran Busquets, en conversación con este medio. La noticia de que se estaba sancionando a personas sin hogar en las calles de Barcelona en plena pandemia fue avanzada en exclusiva por Metrópoli Abierta, primero en una entrevista con Busquets, y después en una información publicada a primera hora de la mañana del 19 de marzo.
Busquest concreta que en Arrels tienen constancia de seis denuncias. De éstas, la entidad tiene dos en papel. Al menos una de ellas es por "desobediencia" a agentes de la Guardia Urbana en el ejercicio de sus funciones, mostró el director de Arrels en Twitter. En este caso, la sanción puede oscilar entre 600 y 30.000 euros, según una infracción grave por saltarse la Ley de Seguridad Ciudadana.
"ERROR", SEGÚ BATLLE
Arrels conoce que otras tres personas sintecho han sido sancionadas en Barcelona. Se trata de gente que es atendida por otras entidades sociales a las que estos ciudadanos habrían trasladado las multas. Probablemente, el número de sancionados es mayor. "En el centro abierto que tenemos en Arrels, algunas de las personas que vienen han comentando que han sido multados, pero todavía no los tenemos identificadas", apunta Busquets.
Cuando el Ayuntamiento tuvo constancia de que se estaba sancionando a los sintecho en Barcelona, el teniente de alcaldía de Seguridad, Albert Batlle, aseguró que no se había dado instrucciones a los agentes para que multaran a este colectivo y que si se había producido alguna sanción -algo que ya se ha constatado que ha sido así- había sido fruto de un "error". Las sanciones que Arrels recoge las envía al Ayuntamiento para que las deje sin efecto. La entidad afirma que el gobierno municipal se ha comprometido a ello. Busquets muestra especial preocupación por aquellas personas que no tienen vínculos con entidades y hayan sido multadas.
800 SANCIONES EN 2011
En una entrevista con Metrópoli Abierta, la síndica de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, recordó el sinsentido de multar a una persona sin techo. "Multar a estas personas es absurdo. No pueden pagar", dijo Vilà. A la síndica no le constaban las multas puestas ahora. Pero la institución que encabeza, que se encarga de supervisar la actuación municipal, ya sabe lo que es que la Guardia Urbana multe a los sintecho. Solo en 2011 se pusieron unas 800 sanciones.
"Hace años, Nosotros recibimos quejas de varios multados y de entidades. Conseguimos que se retiraran varias sanciones, algunas de cantidades elevadas. Después, se dejaron de poner", subrayó la síndica. Vilà consiguió que se retiraran a un hombre multas por valor de 7.4866 euros. Algunas de estas sanciones se entregaban en los comedores sociales. La ordenanza de civismo prohíbe dormir y acampar en la calle. Las multas también eran por orinar y beber alcohol en la vía pública. Los intentos del gobierno de Ada Colau de revisar la Ordenanza de civismo han fracasado por ahora por la falta de consenso. La Ordenanza de civismo lleva 14 años en vigor.
385 PLAZAS
En Barcelona hay 1.200 personas que viven en la calle -más otras 2.200 que viven en recursos públicos y de entidades-. El pasado miércoles, Barcelona abrió en Fira de Barcelona un campamento para personas sintecho que podrá llegar a tener 1.000 camas. Hasta ahora, las plazas para colectivos vulnerables puestas en marcha durante la pandemia son 385, entre ellas 225 en Fira de Barcelona, 58 en el Espai Pere Calafell, 72 para mujeres en el equipamiento del pasaje de Dos de Maig y un equipamiento para 30 personas vulnerables que necesiten confinamiento médico.