La demanda de los Servicios Sociales se ha disparado en Barcelona con el coronavirus. El Ayuntamiento de Barcelona ha atendido desde el inicio del confinamiento a 17.000 personas, de las que 6.000 son nuevas, es decir que no habían solicitado el servicio nunca o llevaban un año sin hacerlo.
Las cifras las ha dado a conocer el consistorio tres semanas después del decreto del estado de alarma. Según la regidora de Salut, Gemma Tarafa, la pandemia se está cebando con los más pobres, no solo desde un punto de vista médico, sino también social y económico.
Para el consistorio estos datos son un avance de la crisis que se vivirá en los próximos meses o años. En un año, los Servicios Sociales municipales suelen atender a unas 90.000 personas. En dos semanas largas ya se ha dado cobertura a casi el 20% del total.
La atención a la pobreza y a las necesidades de las personas es un servicio esencial. El Ayuntamiento lo ofrece en nueve puntos de la ciudad con un centenar de profesionales. También se ha incrementado la atención telefónica y la atención domiciliaria, como el reparto de comidas a las casas, más de 1.500 al día.
MÁS CAMAS PARA LOS SINTECHO
Como consecuencia de la pandemia, el Ayuntamiento ha puesto en marcha nuevos equipamientos para atender a colectivos vulnerables. Entre otros espacios se habilitan 225 nuevas camas para personas sintecho en Fira de Barcelona, lo que eleva la cifra a 450. Además, la ciudad contará en breve con 70 plazas en un espacio de la Fundació Pere Tarrés para personas sin hogar con adicciones y otras 15 para personas frágiles sin Covid-19 en la planta baja de la residencia Ronda de Dalt.
El Ayuntamiento también habilitará en la estación del Nord un espacio con duchas y ropero para ciudadanos vulnerables. Además, en este emplazamiento se entregará cada día un centenar de comidas. En esta misma línea, el consistorio y el cocinero José Andrés ponen en marcha una iniciativa solidaria para repartir 500 bolsas de alimentación en el casal de barrio de La Llacuna y en el Servicio de Atención a Inmigrantes, Emigrantes y Refugiados (SAIER) de la calle de Tarragona.