El coronavirus se supera: testimonio de una enferma con neumonía
La exregidora Imma Moraleda estuvo una semana en el Vall d'Hebron y su salud mejoró con un antiinflamatorio contra la artritis
13 abril, 2020 00:00Noticias relacionadas
El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, Imma Moraleda se levantó con 38,5 de fiebre. Hasta el día anterior había estado trabajando con normalidad. "Pensé que era cansancio o que me había resfriado", relata en conversación con Metrópoli Abierta. Los días pasaban, pero la temperatura no descendía. "Llamé al 061 y me indicaron que me tomara paracetamol". También desde el primer día perdió el olfato y el gusto, otros síntomas característicos del Covid-19.
Ocho días después, el 16 de marzo, apareció la tos, y a las 24 horas, el ahogo. "Daba cuatro pasos y me faltaba el aliento. Me ahogaba. El día 18, fue al Centro de Atención Primaria (CAP), en el barrio de Sant Andreu. De allí, fue derivada al Hospital del Vall d'Hebron, donde permaneció ingresada siete días con una neumonía bilateral. Ahora se encuentra en su casa, ya bastante recuperada. El coronavirus se puede superar, incluso cuando la salud empeora. Su testimonio así lo confirma.
Moraleda ha sido regidora del Ayuntamiento de Barcelona. Nacida en Sabadell en 1969, ocupó cargos de responsabilidad en el consistorio barcelonés durante 20 años, entre 1995 y 2015, con Pasqual Maragall, Joan Clos y Jordi Hereu como alcaldes. Fue edil de gobierno de Horta-Guinardó, Sants-Montjuïc y de las áreas de Juventud, Mujer y Usos del Tiempo.
EL OXÍGENO, BAJO
Cuando llegó al CAP, el 18 de marzo, los médicos comprobaron que la saturación de oxígeno en sangre era baja. La decisión fue inmediata. La exregidora fue enviada en ambulancia al Vall d'Hebron. "Iba sola. No te puede acompañar nadie. Entré por Urgencias. Primero pasas un cribaje. Estuve en un espacio con habitaciones aisladas. A las 16:00 horas de ese día me hicieron la prueba del Covid-19. Por la noche ya tenían los resultados. Di positivo", explica por vía telefónica.
Moraleda fue trasladada a la tercera planta del Vall d'Hebron. "Estaba cerrada y se habilitó para enfermos de coronavirus. Me instalaron en una habitación con otra persona también contagiada. Enseguida empecé el tratamiento con antibióticos y retrovirales". Pero, en un principio, los fármacos no dieron el resultado esperado. "Me diagnosticaron una neumonía bilateral. Llegué a tener dos tercios de los pulmones afectados. Los médicos se plantearon llevarme a la UCI".
TOCILIZUMAB, EL REMEDIO
En algunos enfermos, añade la exedil, la situación se complica por una reacción del propio cuerpo. "Para defenderse de la infección, el cuerpo hace una reacción inflamatoria en los pulmones". En personas con patologías previas, puede llevar al colapso. Ella no tiene ninguna enfermedad, pero su salud no empezó a mejorar hasta que le suministraron tocilizumab. "Me pidieron permiso para hacerlo". Es un antiflamatorio que se utiliza para combatir la artritis reumatoide activa.
"Fue como un antes y un después. Me lo empezaron a dar un viernes y el domingo ya no tenía fiebre. Fueron dos dosis. Con este medicamento mejoré mucho. Estuve en el hospital siete días, del 18 al 25 de marzo, que fue cuando me dijeron que podía volver a casa tras comprobar que el oxígeno en sangre saturaba bien", relata la exregidora, que ahora trabaja en el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet.
UNA RADIOGRAFÍA, ANTES DEL VERANO
Dos semanas después de haber vuelto a casa, Moraleda asegura encontrarse bien. "Me hacen un seguimiento telefónico, pero estoy cada vez mejor. He tenido que hacer dos semanas más de confinamiento para no contagiar a nadie más de la familia".
Al haber padecido una neumonía doble, sus pulmones tardarán un tiempo en recuperarse plenamente. "Sigo de baja. Puedo hacer vida normal, aunque me aconsejan no hacer grandes esfuerzos. Antes del verano me harán una radiografía para comprobar que estoy plenamente recuperada".
Moraleda no tiene más que palabras de agradecimiento hacia el personal sanitario del Vall d'Hebron. "Me he sentido muy bien atendida". Tampoco he notado escasez de material. "Los profesionales que entraban en mi habitación llevaban todo el equipo de protección: dos batas, gorro, mascarilla, guantes, gafas. El material que era desechable, como guantes y mascarillas, lo tiraban tras un uso".
FORMACIÓN ESPECÍFICA PARA LA UCI
La exregidora de Sants-Montjuïc y Horta-Montjuïc defiende la necesidad de "fortalecer el sistema sanitario" para futuras crisis. También pide que se prepare bien al personal para actuar en las Unidades de Cuidados Intensivos. "Allí no puede entrar cualquiera. Requiere una formación específica. Vamos a una sociedad en la que cada vez habrá más gente mayor", concluye.