Ramo de Sant Jordi de una de las floristerías a domicilio de Barcelona / PIXABAY

Ramo de Sant Jordi de una de las floristerías a domicilio de Barcelona / PIXABAY

El pulso de la ciudad

Las ventas online salvan el Sant Jordi para las floristerías

La mayoría de tiendas no acepta más encargos tras aprovisionar el 5% de lo que venden en un año normal

23 abril, 2020 08:45

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El Covid-19 ha obligado a celebrar un Sant Jordi un poco descafeinado, aunque este hecho tan fatídico e inesperado no ha sido suficiente para acabar con las floristerías en este día tan señalado tanto en Barcelona como en el conjunto de Cataluña. Su apuesta ha sido por mirar de reinventarse.

A pesar de que los establecimientos permanecen cerrados por la alerta sanitaria, la avalancha de pedidos online ha agotado el grueso del género estos últimos días, por lo que encontrar una rosa ya es una misión casi imposible.

EL CASO DE 'LA SELVA'

La floristería de Terrassa La Selva, por ejemplo, ya no acepta más pedidos a través de su web desde el día 21 de abril. “Solo hemos cogido lo que somos capaces de repartir en un día”, explica Clara, encargada del establecimiento, que recalca que será un “Sant Jordi diferente” marcado por las medidas de seguridad que deben tomar para llevar a cabo correctamente los envíos.

Para hacer frente a una jornada marcada por la compra online y sin que el cliente pueda acudir a la floristería, el volumen de rosas es mucho menor que en años anteriores. En el caso de La Selva, se han puesto a la venta entre el 10 y el 15% de lo que se vendió en 2019.

300.000 UNIDADES VENDIDAS

Según informa este jueves Crónica Global, la situación se extrapola a toda Cataluña. Si el año pasado se vendieron 7,5 millones de unidades, para este año se han dispuesto unas 300.000, ni el 5%, según los datos del Gremio de Floristas de Cataluña, que ya están prácticamente agotadas. “Pedimos disculpas de antemano a quienes no hayamos podido atender”, reconoce el presidente de la entidad, Joan Guillén.

“Desde antes de ayer ya no se cogía nada más. La verdad es que se han superado las expectativas”, reconoce Montse Solé, propietaria de la floristería Petit Paradís. “Este año debíamos pedir a los proveedores con tiempo y hemos podido encargar más. Tenemos que manejarnos con lo que tenemos”, afirma.

En este caso, se han visto obligados a reforzar la plantilla con tres personas para realizar los envíos a domicilio de un volumen de rosas que apenas alcanza el 20% del total que vendieron el año pasado.

CASI AGOTADAS 

Por otro lado, desde la Floristería París de Barcelona aseguraban a media mañana del miércoles que todavía les quedaban algunas rosas, aunque estaban “casi agotadas”.

En este sentido, también reconocen que están siendo días de “mucho lío” al tener que hacer todo el trabajo mediante teléfono e internet, mientras que para los envíos cuentan con una empresa especializada, situación similar a la de parte del sector, que ha tenido que reforzar su músculo logístico para hacer frente a la Diada.

CAMPAÑA 'ONLINE'

Cuando se oficializó la suspensión de la Diada de Sant Jordi, el Gremio de Floristas impulsó la campaña #rosadesantjordiacasa para tratar de darle un valor simbólico, a pesar de que sabían de que no resultaría rentable para el sector.

“Estamos tratando de hacer todo lo que podemos dentro de unas condiciones bastantes penosas y con pocos empleados, porque la mayoría de floristerías tuvieron que hacer un ERTE”, cuenta Guillén, que se muestra positivo por la unidad del sector durante estas últimas semanas.

Para este 2020, Guillén detalla que se ha logrado el objetivo de sacar adelante toda la producción de rosa de Cataluña y del resto de España: “Estamos trabajando para que sea un buen día. Este año la rosa se va a casa por lo que enviar uno a uno a todos los domicilios es muy difícil”.