La alcaldesa, Ada Colau, ha encargado a un conjunto de funcionarios ajenos a la Guardia Urbana trabajos de "observación" para garantizar el cumplimiento de los horarios de la desescalada en Barcelona.

El consistorio realizó un llamamiento a empleados "no involucrados en los servicios esenciales" para que, "prestaran apoyo a las personas de la ciudad en situación de vulnerabilidad" voluntariamente, según ha informado El Mundo.

TAREAS

El interés del gobierno municipal pasa por conocer lo que sucede en 44 calles que, entre las nueve de la mañana y las nueve de la noche, están reservadas para los viandantes.

Estos voluntarios tendrán que dar parte del "número de personas paseando", "el número de niños que juegan en la calle", si "hay actividad comercial" y "el ambiente de paseo" durante la jornada, según indica la comunicación. Estos datos se deberán apuntar en una tabla ofrecida por el Ayuntamiento, añadir apreciaciones y notificar a diario la información conseguida.

GUARDIA URBANA

El trabajo requerido por el gobierno municipal debería ser una tarea a realizar por los agentes del cuerpo de la Guardia Urbana, por lo que algunos inscritos se han negado a llevarlo a cabo en su día a día.

Este es el caso de Pedro, quien se siente engañado al creer que este plan no se parece a "ningún tipo de voluntariado digno de llamarse así", y ha recordado que "es una tarea que debería estar reservada a la Guardia Urbana".

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