El Ayuntamiento de Barcelona y el Gremi de Restauració han firmado la paz, tras meses de enfrentamiento por la importante subida de la tasa de terrazas, que ha coincidido con un parón total de la la actividad por la crisis sanitaria del coronavirus. El consistorio y los restauradores han llegado a un acuerdo para rebajar el tributo un 75%. El coste que el descuento tendrá para las arcas municipales será de unos siete millones de euros. Recientemente, el concejal de Presupuestos, Jordi Martí ya avanzó que la crisis sanitaria suponía una caída de ingresos de unos 300 millones para el Ayuntamiento.
El anuncio lo ha hecho el primer teniente de alcaldía, Jaume Collboni. Según el líder del PSC, la rebaja de la tasa estará vigente hasta finales de año y en 2021 se valorará de nuevo cuál es la situación, ha indicado Collboni, que ha dejado abierta la posibilidad a que el descuento se prorrogue por más tiempo.
AHORA, UNA CARENCIA
La rebaja de la tasa de terrazas se empezará a aplicar una vez acabe el estado de alarma, algo que en el mejor de los casos será dentro de unas dos semanas, tras lograr el Gobierno español los acuerdos para prorrogarlo. Ahora, los restauradores no tienen que hacer ningún desembolso. "Estamos en un periodo de carencia", ha recalcado Collboni. La tasa de terrazas que pagarán será la vigente con una bonificación del 75%.
Pero ésta no será la única medida que se tomará. El objetivo del Ayuntamiento es que bares, restaurantes y comerciantes puedan disponer de más espacio en la vía pública para sus actividades económicas. "Por seguridad, ante el coronavirus, buena parte de las actividades económicas se tendrán que hacer en el espacio público", ha añadido Collboni.
Collboni ha comparecido con la teniente de alcaldía de Ecología Urbana y Urbanismo, Janet Sanz. La regidora de Barcelona en Comú ha precisado que, prioritariamente, el espacio en el que los bares y restaurantes podrán poner la terraza para no perder aforo ante las medidas de distanciamiento social es el que ahora utilizan los coches, tanto de aparcamiento como de circulación. El objetivo es garantizar que los peatones puedan andar con tranquilidad y seguridad. Sanz ha recordado que en el espacio público se tendrán que poder guardar las distancias de seguridad para evitar una propagación del Covid-19.
TERRAZAS EN LA CALZADA
"Los bares y restaurantes podrán trasladar parte de su terraza a la calzada. Los peatones no pueden perder espacio", ha añadido Sanz. El Ayuntamiento no ha calculado qué cantidad de metros cuadrados de espacio público supondrá la medida. Por ahora, las terrazas ocupan unos 59.000 metros cuadrados en el conjunto de la ciudad.
Actualmente, un 70% de bares y restaurantes tiene cuatro mesas o menos. En opinión de Sanz, la gran mayoría de estos establecimientos podrán mantener el mismo número incorporando una parte de las mesas a la calzada. El Ayuntamiento también dejará que los negocios que no tienen terraza pueden disponer de una si el espacio de su entorno más inmediato lo permite.
Las propuestas planteadas por el Ayuntamiento entrarían en vigor cuando Barcelona entre en la fase 1 de la desescalada. "Estamos trabajando para que sea el próximo lunes 11 de mayo. Esa era la idea inicial, pero la última palabra la tendrán las autoridades sanitarias", ha dicho Collboni. Distintos expertos médicos, entre ellos jefe del servicio de Epidemiología del Hospital Clínic, Antoni Trilla, lo han desaconsejado y opinan que es mejor esperar unos días para que la ciudad avance en la recuperación de la normalidad.
VALORACIÓN POSITIVA DE LA OPOSICIÓN
Según Collboni, las medidas se han acordado con la oposición y con los sectores económicos. Se pondrán en marcha a través de un decreto de alcaldia y, posteriormente, pasarán por el pleno municipal. La presidenta del grupo municipal de Ciutadans, Luz Guilarte, ha dicho que era algo imprescindible para "poder recuperar a un sector muy afectado por la crisis y del cual dependen miles de empleos. Son momentos de consenso y de devolver el esfuerzo a quienes levantan cada día Barcelona".
Desde las filas del PP, el concejal Óscar Ramírez, ha destacado que este es el camino. "Acuerdo de ciudad por unanimidad con la restauración para ampliar el espacio de las terrazas y ayudas económicas. Los locales no perderán aforo debido a las medidas de distanciamiento social y tendrán una rebaja de la tasa del 75% hasta finales de año". Y la presidenta del grupo municipal de JuntsxCat, Elsa Artadi, ha celebrado el cambio de opinión del gobierno de Ada Colau y ha hecho un llamamiento a poner en marcha lo más rápidamente posible los cambios necesarios para que las terrazas se puedan instalar así que las autoridades sanitarias lo permitan.
"El pacto entre el Ayuntamiento y el Gremi de Restauració es muy bienvenido. Era necesario. Esta mañana Manuel Valls ha dado apoyo a la rebaja de la tasa de terrazas y a la ampliación del espacio exterior de bares y restaurantes. Un cambio importante que tendrá que ser a largo plazo", ha tuiteado el partido Barcelona pel Canvi.
El concejal de ERC, Jordi Castellana, ha asegurado que la propuesta aprobada era de su grupo municipal y que el martes por la tarde fue muy bien recibida por el gobierno y los sectores económicos. Según Castellana, el acuerdo permitirá mantener puestos de trabajo y actividad económica en la ciudad, que los restauradores pueden afrontar este periodo de crisis con una menor carga fiscal y que los peatones puedan caminar guardando el distanciamiento social decretado por las autoridades sanitarias.
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