La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, han comparecido este jueves en rueda de prensa después de que Nissan haya anunciado el cierre de sus plantas en la capital catalana y el área metropolitana.
El concejal socialista ha advertido a la multinacional que esta clausura "será un proceso largo, doloroso y muy costoso", asegurando que el Gobierno municipal no entiende ni comparte esta decisión.
Collboni ha recordado que el área metropolitana de Barcelona "ha sido un polo de desarrollo industrial de primer nivel", por lo que "nadie quiere renunciar al lideraje industrial", ha anunciado un encuentro con representantes de la dirección de Nissan esta tarde, y ha destacado que la próxima semana se producirá una reunión entre "la Generalitat, el Estado y el Ayuntamiento" para abordar esta cuestión.
AYUDAS PÚBLICAS
Por su parte, Colau ha tachado el cierre de "una mala noticia", exigiendo que la automovilística "la revise", y ha afirmado que "Nissan tiene una responsabilidad directa" recordando que "en el pasado ha recibido ayudas públicas importantes".
La alcaldesa ha remarcado el "total apoyo a los trabajadores de estas plantas" procedente del Ayuntamiento y el Consejo Metropolitano del AMB, y ha destacado que defenderán una industria en la que creen y que tiene "una larguísima trayectoria".
Colau ha defendido que el área metropolitana está muy bien posicionada "en el mundo", y ha incidido en una "apuesta por la movilidad sostenible del futuro que claramente pasa por el coche eléctrico.
LA ANÉCDOTA DE JANET SANZ
Respecto a las críticas de Janet Sanz hacia la industria automovilística, Collboni ha expresado que el Gobierno municipal no convertirá "una anécdota en categoría", y ha asegurado que la posición municipal respecto a la continuidad de Nissan es "clara y diáfana".