La automovilística Nissan ha asegurado que el cierre de las plantas que tiene en Barcelona que se traducirá en la eliminación de unos 3.000 puestos de trabajo "es una decisión muy difícil".

Así lo ha expresado este jueves el consejero delegado de la multinacional japonesa, Makoto Uchida, en una rueda de prensa para presentar los resultados financieros de 2019 y su plan de transformación para 2020-2023. "Hemos considerado varias medidas para la planta de Barcelona y, aunque es una decisión difícil, tenemos la intención de cerrar la planta y empezaremos las negociaciones y preparaciones", ha explicado.

La compañía reducirá un 20% su capacidad de producción en todo el mundo, hasta unos 5,4 millones de unidades, y recortará un 15% sus costes hasta 2023 para mantener sus instalaciones produciendo al 80% de su capacidad y así ser "más rentables".

'CONDENADO AL FRACASO'

El secretario general de CCOO de Cataluña y empleado de Nissan, Javier Pacheco, ha afirmado que el cierre de las plantas de Nissan está "condenado al fracaso porque este país no permitirá que acaben con la historia de 100 años de una empresa", lamentando que esta decisión se haya tomado "en medio de la crisis social más grave de los últimos 80 años".

Pacheco ha avisado de que "esto no ha hecho más que comenzar", asegurando que sindicatos, instituciones, gobiernos, patronales y la sociedad civil defenderán conjuntamente la industria y la continuidad de la marca.

'EFECTOS CATASTRÓFICOS'

La secretaria general de Usoc, Maria Recuero, ha explicado que el cierre de las plantas tendrá "efectos catastróficos", y la ha tachado de irresponsable. "Nissan aprovecha las dificultades económicas y de movilización social por el Covid-19 para anunciar una decisión de efectos catastróficos en unos momentos que ya de por sí son muy duros para el empleo", ha asegurado.

Recuero ha añadido que este anuncio agrava "aún más" la situación de la automoción como polo industrial y tecnológico del que depende un gran número de empresas proveedoras. Por ello, ve necesaria "una dura oposición" a la decisión de la empresa nipona para hacer inviable su cierre y ha llamado a la movilización social continuada, así como a una alianza con las instituciones para salvar los 3.000 puestos de trabajo que se destruirán con el cierre.

'FALTA DE VOLUNTAD'

UGT FICA de Cataluña ha mostrado su rechazo e indignación por la decisión, y ha lamentado la "falta de voluntad" de los actores involucrados para intentar salvar las fábricas y las plantillas.

En esta línea, ha reprochado que las relaciones laborales entre la dirección y el comité de empresa han sido "nulas", y ha afirmado que las diferentes administraciones y la dirección europea y japonesa no han estado a la altura de las circunstancias.

El sindicato ha asegurado que Nissan ha estado trabajando al 64% de su capacidad desde 2012, y ha destacado que la estrategia empresarial desarrollada por la compañía durante los últimos años ha sido "nefasta", ya que se ha pasado de fabricar todoterrenos a monovolúmenes sin ninguna estrategia comercial coherente.

CS APUNTA A COLAU

La líder de Ciutadans en el Parlament, Lorena Roldán, ha mostrado su preocupación por los trabajadores y ha hecho un llamamiento para defender el papel de Barcelona como foco atractivo para las empresas, afirmando que lo último que se necesita ahora es que "nadie quiera invertir aquí".

La diputada de la formación naranja ha criticado que "Colau y cía" hayan "renegando del sector", y ha llamado a la responsabilidad por parte de los poderes públicos para garantizar que las multinacionales se afiancen en Cataluña.

Y EL PP, AL GOBIERNO

El secretario general del PP, Teodoro García Egea, ha asegurado que esos puestos de trabajo los ha "destruido directamente el Gobierno con sus irresponsabilidades", ya que las empresas "huyen de España" porque el Gobierno "no genera confianza".

En este sentido, ha criticado que "no se puede estar alentando a que las empresas sigan teniendo más trabas burocráticas y más carga fiscal sin tener consecuencias".

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