De cara al curso escolar que tiene que empezar el próximo 14 de septiembre, el conseller de Educació, Josep Bargalló, ha puesto encima de la mesa que la entrada a los centros se haga de forma escalonada o por entradas diferentes, siempre que se pueda. "No se podrá hacer como hasta ahora, con 300 niños entrando en 10 minutos", ha asegurado. Con esta medida, en el fondo, el horario de entrada en las escuelas variaría "diez minutos", a pesar de que se tendrá que estudiar la situación de cada centro.
Según ha avanzado Nació Digital este viernes, la idea de la Generalitat, en caso de que no haya varias puertas de entrada, será hacer franjas cada diez minutos para que los alumnos entren por turnos.
MEDIR LA TEMPERATURA A LOS ALUMNOS
Bargalló ha explicado que propondrá en la reunión de este viernes del consejo escolar tomar la temperatura a los alumnos antes de que accedan a las aulas. "No podemos estar el próximo año cerrando una guardería cada vez que un niño tiene fiebre", ha señalado el conseller. Por ello, una soluación a esta problemática sería tomar la temperatura a los alumnos antes de entrar, para ver si tienen fiebre. Eso sí, esta propuesta se deberá precisar y concretar con las escuelas.
De cara en el curso 2020-21, Bargalló también ha destacado la importancia de la acción educativa que se hará, más allá del número de grupos. "No se trata de desdoblar los grupos, sino de hacer grupos estables", ha detallado.
Estos grupos estarán en unas aulas con las condiciones sanitarias e higiénicas y el alumnado tendrá un tratamiento personalizado. Este grupo estable tendrá contacto entre sus integrantes, pero no con los otros grupos. "No se desdoblaran los grupos", ha asegurado, pero ha dicho que "es posible" que de un solo grupo salgan tres.